ANTE UNA CRISIS ECONÓMICA (y II).

Como colofón a un escrito anterior, en la crisis actual, las empresas necesitan analizar los acontecimientos al detalle y buscar soluciones que afronten el presente y se preparen para el futuro. Algunas empresas se ven envueltas en una situación difícil ya sea por el escaso o nulo crecimiento, por productos con limitados márgenes de beneficios, o por una alta competencia. Identificados con estas situaciones, se deberían accionar los mecanismos concretos para determinar un tipo de negocio y asegurarse mayores garantías de éxito.

El ideario del comercio se basa en crear, proporcionar y captar valores. Analizando esto en detalle, supondría: la búsqueda de clientes, el realce del valor de empresa, la red de distribución, el campo de competencias, los análisis de costes, las relaciones externas y los sistemas de ingresos.

El modelo de negocio clásico ha cambiado hoy en día, actualmente existen medios y mecanismos que permiten diseñar nuevas estrategias. Es preciso cambiar, modificar y transformar este modelo estanco en un arquetipo moderno, eficaz y duradero. Ejemplos como “Mercadona”, “Zara” y “El Corte Ingles” nos hacen pensar que sus doctrinas estratégicas son aceptables y elogiables.

Alcanzar estos logros y querer abandonar modelos pasados de moda supondría abordar los siguientes conceptos:

1º Puesta a cero: 
Analizar hoy el segmento comercial, actuar según modelos empresariales que destacan, olvidar sistemas de trabajo tradicionales y emprender situaciones avanzadas. Afortunadamente se encuentran en el mercado herramientas de gestión que facilitan estos estudios.

2º Otras metas: Hay que abrir los brazos a otras parcelas, distinguirse por ser diferentes, habilitar prácticas nuevas y buscar nichos de mercado sugerentes y oportunidades de negocio totalmente innovadoras. Romper las normas existentes es algo alcanzable y el reto supone, a veces, un compromiso para lograr metas que favorezcan el éxito en los negocios.

3º Borrón y cuenta nueva: Es necesario olvidar los aciertos del ayer, centrarse en el presente y afrontar lo venidero. Todo, ahora, necesita evolucionar y de nada sirve pensar en lo pasado. La severa crisis que tenemos encima necesita mucha atención y acierto. También un poco de suerte, claro. Aquí no juega la acción de quedarse de brazos cruzados, porque “Si usted no lo hace, nadie lo hará por usted”.

Ha llegado el momento de poner manos a la obra y edificar cimientos distintos, replantearse o reinventar el modelo de negocio que mas convenga, no todo está perdido. En el cambio está la satisfacción. Se hace preciso romper con lo establecido y afrontar negocios rentables y sostenibles en un futuro. La competencia en todos los aspectos es muy fuerte y los retos son extremadamente duros. Que no falte el ánimo.

Juan Fernández Pacheco – marzo 2.012