27 junio 2011

LEER PARA ENTENDER

Mayte Tudea.
18-Junio-2011



¡Que difícil resulta algunas veces que se comprenda lo que uno intenta decir, no sólo de viva voz, sino en lo que queda impreso!
Según mi profesor de Literatura, del que tanto he aprendido -aunque no lo suficiente-, abuso en ocasiones del “entrecomillado” en lo que escribo, ya que hay expresiones que no resultan necesarias subrayarlas con estos signos.
Reconozco que es así, pero dado que sé que hay muchas personas que sólo interpretan “literalmente” lo que leen sin captar los matices o la ironía que subyace en un escrito, intento “avisar” al lector de que lo que deseo expresar en ocasiones, por más serio o trascendental que parezca, sólo tiene un ánimo jocoso, y que burla, burlando, trato de hacerle llegar una reflexión, que aligerada convenientemente, pueda además provocarle una sonrisa.
Todo lo anterior viene a cuento sobre los comentarios a los artículos que se realizan en los blogs. A mí me parece muy estimulante que el que los lee manifieste su opinión, ya que es una manera de enriquecerlos, ampliarlos, o simplemente discutirlos. Pero no deja de sorprenderme las interpretaciones tan erróneas que un mismo texto puede provocar. Sólo pondré un ejemplo: el ya famoso artículo de Tomás sobre la dislexia. Cualquiera que conozca o haya leído a nuestro amigo el filósofo, sabe que se encuentra en las antípodas en las que algunos le han querido colocar.
Hay otros que también podría nombrar pero no quiero en absoluto iniciar una polémica, ya que todavía no tengo el cuerpo suficientemente entrenado para el combate, y digo cuerpo en lugar de mente, porque hay que ver la influencia que tiene el uno sobre la otra. Aún me falta entrenamiento para subir al ring con unas ciertas garantías.
Por eso, si alguien escribe la frase “madre no hay más que una...” algo que hasta hace poco era un hecho irrefutable (ahora con las madres de alquiler, las fecundaciones in vitro y otros etcéteras la definición se torna más peliaguda), habrá que analizarla en su contexto y esperar que no lleve la coletilla “...afortunadamente”. Y si así fuera, entender el trasfondo humorístico que encierra, porque si se interpreta al pie de la letra podría parecer la expresión de un desalmado.
A lo largo de una conversación o de una reflexión escrita, resulta frecuente la utilización de frases hechas que una mayoría entendemos en su sentido figurado, sin necesidad de entrecomillarlas o de aclararlas; ahora bien, por los comentarios que a veces generan, se ve que no todo el mundo las comprende así.
Voy a incluir un breve muestrario: “Detrás de mí, el diluvio”; ésta frase, seguro que ni siquiera fue acuñada por Noé. “Que me paren el mundo, que me apeo”; no existe la estación en la que se pueda arribar, como no sea la de una soga fuertemente atada al cuello. “El mundo es un pañuelo”; efectivamente, pero salvo que se desintegre, jamás se podrá guardar en un bolsillo. “Vivir para ver”; resultaría paradójica utilizada por un ciego. “El que no corre, vuela”; supongo que previo el pago del correspondiente pasaje de avión. “El que venga atrás, que arree”; siempre y cuando no monte un pura sangre, porque de otro modo arrollaría a los que van delante.
En fin, las servidumbres de expresarse en voz alta, o de trasladar lo que se piensa al papel -sobre todo esto último-, son las que son, y así hay que admitirlas. Y por más que uno quiera dejar bien claro lo que desea transmitir, siempre habrá alguien que no lo capte, o incluso que lo tergiverse.
Pues nada, ya termino y con otra frase hecha: “El último, que apague la luz”. Ésta es literal; son más de las doce de la noche y me caigo de sueño.

1 comentario:

  1. Hay un adagio filosófico-latino que dice: "quidquid recipitur, al modum recipientis recipitur", que, en cristiano, sería: "lo que se entiende depende del esquema mental del que entiende", no tanto como del texto leído.
    Los chistes, muchas veces, se basan en esto, cuando alguien entiende algo distinto a lo que el texto daba a entender.
    Son los "malentendidos": "tu dijiste que..." vs "no, yo dije que...", "pues yo entendí que..."

    ResponderEliminar

Por favor: Se ruega no utilizar palabras soeces ni insultos ni blasfemias, así todo irá sobre ruedas.
Reservado el derecho de admisión para comentarios.

Buscar