18 febrero 2011

LA CAJA QUE ATONTA

Mi siquiatra me dice que no mejoro. Que como no le hago caso y sigo enganchado a esos programas de la telebasura pues que así me va. Y el muy cretino no me receta ningún fármaco, dice que la solución a lo mío está en ver la 2.

Al parecer lo que ocurre en mi subconsciente es que adopto la identidad de estos personajillos (así los define él) que figuran en los programas del corazón. Que lo mío se llama mimetismo bilateral periférico. Bueno, al menos en el diagnostico ha estado al nivel de la minuta que le pago desde hace más de cinco años. Me gusta el nombre de mi patología.

Cuando le hablo (a mi siquiatra claro, mi mujer ya no me hace caso) de la Princesa del Pueblo el tío se descojona. Y es que a mí esos ojos tan penetrantes, esa mirada mitad de desprecio y mitad lasciva, los labios gruesos (bueno tienen un poco de botox ¡y qué!) la naricilla, el pecho natural y turgente, su figura esbelta. Estoy seguro que Raphael o Botticelli estarían encantados de retratarla. Me dicen que la Facultad de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid tiene un departamento dedicado exclusivamente al estudio de éste fenómeno social. ¿Y su lenguaje? Hasta la RAE estudia la posibilidad de incluir en su diccionario de giros populares estos dos: «Andreita, coño, comete el pollo» y «me he esterilizado la nariz» ¡toma ya prosodia y sintaxis!

También me chiflan (ésta palabra me suena) los programas que yo llamo de la sinceridad. Gentes de toda condición social que van a la televisión y nos cuentan sus verdades más intimas. Con qué espontaneidad y honradez gritan que están allí para que se sepa toda la verdad de sus hijos, su pareja, su relación con tal o cual famosillo/a, todo ello sin cobrar nada. Hasta los que han perdido a su ser más querido en una muerte violenta, están cuarenta y ocho horas después contando en los platós, con pelos y señales, toda la historia de aquel desgraciado, eso sí en aras de que se busque y castigue a los culpables.

Para que luego digan que esto es telebasura. Las cadenas que emiten éste tipo de programas tienen los índices de audiencia más altos del espacio audiovisual español (el Share lo llaman los pijos) así que lo mío no será tan grave cuando millones de seres se pegan a la pantalla, a diario, para ver estos programas.

Aunque a veces siento una cierta nausea, sobre todo si son jóvenes los que participan buscando un futuro en ese camino fácil que ofrecen estas cadenas. Y es que tengo ratos en los que las ideas se me aclaran bastante. Yo pensaba que la cultura y la civilización eliminarían la barbarie y la estulticia y lo que está haciendo es perfeccionándola. ¿Tendrá remedio ésta comedia bufa que estamos viviendo? Machado decía que, en España, de cada diez cabezas nueve embisten y una piensa, por lo que he decido continuar mi tratamiento hasta salir del grupo de los nueve.

Nono Villalta.
(Febrero 2011)


1 comentario:

  1. Muy bueno joven. Me recuerda a Cesar Gonzalez Ruano cuando escribía en el ABC verdadero.

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