LA CHISTERA DE ZAPATERO
Se dice de un presidente de un club de la 2ª división del fútbol inglés que, tras la victoria de su equipo en el primer partido de liga, aseguró: “no dejaré a este club en la 2ª división”. Y, efectivamente, tras la primera victoria llegaron muchas derrotas y lo bajó a 3ª división.
Nosotros, apenas hace unos años, estábamos en la Champion League, ya habíamos adelantado a Italia, estábamos empatando con Francia e íbamos tras Alemania, para codearnos con ella y ponernos a su altura.
Todos los entendidos de Fútbol intentaban hacerle ver al Presidente del Club (llamémosle ya, ZP) que las cosas no iban como él creía.
Hasta yo, analfabeto económico pero crítico filosófico, intentaba hacerle ver a Z.P. que, aunque era defensor del perspectivismo, de que la montaña tiene que verse de forma distinta desde ambos lados de la misma, de que las vidrieras de la Catedral de León no pueden verse igual desde dentro, con un día de mucho sol, que desde fuera,… que aunque la realidad no sólo, siempre, se ve en perspectiva, sino que la perspectiva es parte constituyente de la realidad,… que hay perspectivas mejores y peores, que hay perspectivas privilegiadas desde las que se capta mejor la realidad, y que el que está perdido en el bosque es el menos indicado para encontrar el camino de salida,…. y que desde todos los lugares de Europa veían a España de manera distinta a como la veía el,…. y de que se pusiera en lugar de los otros no siendo que tuvieran, al menos, parte de razón,….
Pero… nada, ¡que si quieres arroz, Catalina¡
Acostumbrado a ocurrencias improvisadas y soluciones “ad hoc”, ha cogido su chistera y ha destruido a Z.P. al tiempo que ha creado a Zapatero, ¿o sólo ha sido una transformación?
Su sonrisa ya no existe. Las cejas se le han arqueado (¡pobrecitos los del “club de la ceja”, no sé cómo van a reaccionar, con lo que a ellos le gustaba y el provecho que le sacaban¡).
Cuando a la triste Ministra de Economía se le ocurrió decir, hace algunos días, que quizá habría que estudiar lo del sueldo de los funcionarios, a la sin par e inigualable Vicepresidenta Primera, desde Brasil o desde Argentina, gritó (y en España se la oyó) que “de eso nada, monada”, que no se recortarán ni servicios sociales, ni pensiones, ni pérdida del poder adquisitivo de los funcionarios.
Cuando ayer la vi en el Congreso, en la primera fila, segunda butaca, oyendo, de su Presidente, exactamente todo lo contrario de lo que ella dijo, comprobé que no se le cayó la cara de vergüenza, lo que me hizo sospechar si sería ella, si sería sólo una careta o una “sosias”.
Comprobé cómo el discurso de Z.P. durante los últimos seis años, era exactamente el contrario al de Zapatero que tenía delante.
Como filósofo de profesión, durante tantos años, comprobé que el principio de contradicción nada tiene que ver con mi Presidente. Se reserva el derecho de decir y de hacer hoy, exactamente lo contrario de lo que dijo e hizo ayer. De ahí mi desconfianza. ¿Cómo fiarse de una persona así?.
Como científico aficionado, durante toda mi vida, pude comprobar que mi Presidente no se si cargaba o confirmaba a Lavoisier, el padre de la Química moderna, y su Ley de la Conservación de la materia (materia-energía) de que “en la Naturaleza nada se crea, nada se destruye, todo se transforma”.
Y yo, jubilado, me he quedado congelado (pero no como Elvis Presley o Wald Disney, no) congelado, a secas.
(P.D. Si no sois capaces de tomaros a chufla todo lo que os rodea ¿cómo vais a ser capaces de tomaros en serio a vosotros mismos?).
Tomás Morales Cañedo
Mayo 2010
.
Se dice de un presidente de un club de la 2ª división del fútbol inglés que, tras la victoria de su equipo en el primer partido de liga, aseguró: “no dejaré a este club en la 2ª división”. Y, efectivamente, tras la primera victoria llegaron muchas derrotas y lo bajó a 3ª división.
Nosotros, apenas hace unos años, estábamos en la Champion League, ya habíamos adelantado a Italia, estábamos empatando con Francia e íbamos tras Alemania, para codearnos con ella y ponernos a su altura.
Todos los entendidos de Fútbol intentaban hacerle ver al Presidente del Club (llamémosle ya, ZP) que las cosas no iban como él creía.
Hasta yo, analfabeto económico pero crítico filosófico, intentaba hacerle ver a Z.P. que, aunque era defensor del perspectivismo, de que la montaña tiene que verse de forma distinta desde ambos lados de la misma, de que las vidrieras de la Catedral de León no pueden verse igual desde dentro, con un día de mucho sol, que desde fuera,… que aunque la realidad no sólo, siempre, se ve en perspectiva, sino que la perspectiva es parte constituyente de la realidad,… que hay perspectivas mejores y peores, que hay perspectivas privilegiadas desde las que se capta mejor la realidad, y que el que está perdido en el bosque es el menos indicado para encontrar el camino de salida,…. y que desde todos los lugares de Europa veían a España de manera distinta a como la veía el,…. y de que se pusiera en lugar de los otros no siendo que tuvieran, al menos, parte de razón,….
Pero… nada, ¡que si quieres arroz, Catalina¡
Acostumbrado a ocurrencias improvisadas y soluciones “ad hoc”, ha cogido su chistera y ha destruido a Z.P. al tiempo que ha creado a Zapatero, ¿o sólo ha sido una transformación?
Su sonrisa ya no existe. Las cejas se le han arqueado (¡pobrecitos los del “club de la ceja”, no sé cómo van a reaccionar, con lo que a ellos le gustaba y el provecho que le sacaban¡).
Cuando a la triste Ministra de Economía se le ocurrió decir, hace algunos días, que quizá habría que estudiar lo del sueldo de los funcionarios, a la sin par e inigualable Vicepresidenta Primera, desde Brasil o desde Argentina, gritó (y en España se la oyó) que “de eso nada, monada”, que no se recortarán ni servicios sociales, ni pensiones, ni pérdida del poder adquisitivo de los funcionarios.
Cuando ayer la vi en el Congreso, en la primera fila, segunda butaca, oyendo, de su Presidente, exactamente todo lo contrario de lo que ella dijo, comprobé que no se le cayó la cara de vergüenza, lo que me hizo sospechar si sería ella, si sería sólo una careta o una “sosias”.
Comprobé cómo el discurso de Z.P. durante los últimos seis años, era exactamente el contrario al de Zapatero que tenía delante.
Como filósofo de profesión, durante tantos años, comprobé que el principio de contradicción nada tiene que ver con mi Presidente. Se reserva el derecho de decir y de hacer hoy, exactamente lo contrario de lo que dijo e hizo ayer. De ahí mi desconfianza. ¿Cómo fiarse de una persona así?.
Como científico aficionado, durante toda mi vida, pude comprobar que mi Presidente no se si cargaba o confirmaba a Lavoisier, el padre de la Química moderna, y su Ley de la Conservación de la materia (materia-energía) de que “en la Naturaleza nada se crea, nada se destruye, todo se transforma”.
Y yo, jubilado, me he quedado congelado (pero no como Elvis Presley o Wald Disney, no) congelado, a secas.
(P.D. Si no sois capaces de tomaros a chufla todo lo que os rodea ¿cómo vais a ser capaces de tomaros en serio a vosotros mismos?).
Tomás Morales Cañedo
Mayo 2010
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