A ti Copenhague, ciudad de mis sueños,
al mirar tus plazas, canales y puertos,
a mi mente llegan recuerdos de cuentos
que Andersen creó hace mucho tiempo.
He visto tus casas de maderos viejos,
rojos o amarillos, de picudos techos,
con sus jardincitos ¡igual que en los cuentos!
Tívoli es tu parque bello y altanero,
parque tan antiguo, de atracciones lleno
donde se divierten grandes y pequeños.
Sirenita tu eres emblema del puerto,
un famoso emblema de tan bello pueblo,
coqueta y esbelta, siempre sonriendo,
atraes marinos que llegan al puerto;
cuando el sol refleja tu salobre cuerpo,
irradias colores de la mar adentro,
en ti se inspiraron y escribieron cuentos.
Al ponerse el sol, te quedas tan sola,
a merced del viento, del frío y las olas,
las rocas te abrazan y te dan un beso,
te abraza la espuma que rompe en tu cuerpo,
para protegerte de negros tormentos.
Andersen, en Málaga, el autor de cuentos,
vive en su escultura de bronces, es muy cierto;
pero aguarda a verte con tu cola al viento,
disfrutar del aire, y gozar sin miedo,
de cielos azules y mares serenos,
de bellas mujeres y de hombres morenos.
¿Cómo reinarías mostrando tu cuerpo?
ya ves... ¡y pusieron al patito feo!
A ti, Copenhague, ciudad de los cuentos,
te añoro y recuerdo ¡tan cerca y tan lejos!
María Eugenia Pereiro.
Agosto 2009
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