08 marzo 2009

Los últimos llegados


Nuestros profesores del Taller de Historia de la Ciencia y la Biología, D. Antonio Diéguez y D. Ramón Chápuli, a través de sus conferencias han puesto de relieve muchas cosas que ignorábamos o no le hacíamos mucho caso, entre ellas voy a señalar dos:

La primera es que la Tierra, éste maravilloso Planeta Azul que habitamos es como una mota de polvo perdida entre millones de estrellas de nuestra galaxia, La Vía Láctea, y mucho más, entre millones de galaxias, muchas de ellas muchísimo más grande que la Vía Láctea.

Esto sólo debería bastar para bajarnos los humos a los seres humanos y hacernos entender la insignificancia que el puñado de átomos que compone nuestro cuerpo es menos que nada comparado con el Universo (conocido e ignoto).

Ítem más, nuestra Galaxia no es de las más viejas del Universo, es bastante joven comparada con las demás, pero es que nuestro Sistema Solar es todavía muchísimo más joven que nuestra galaxia, el Sol es una estrella relativamente joven, se formó hace unos 5000 millones de años y permanecerá en la secuencia principal aproximadamente otros 5000 millones de años y nuestro planeta, La Tierra, se formó casi al mismo tiempo que el Sol y el resto del Sistema Solar, hace unos 4570 millones de años.

La segunda es que si consideramos la existencia de La Tierra desde su formación hasta el momento presente como un día de 24 horas, la primera evidencia de la existencias de seres humanos hubiera sido a las 23 h, 59 min, 54 seg, o sea hace sólo 6 segundos. Evidentemente somos los últimos seres aparecidos en nuestro Planeta Tierra. La evidencia fósil existente sugiere que los humanos anatómicamente modernos evolucionaron en África, durante los últimos 200.000 años, (anteriormente hubo predecesores que se exterminaron por causas diversas, sólo quedan restos fósiles)

200.000 años……….que tiempo es si lo comparamos con los 4.570.000.000 años de la Tierra.

¡¡NADA!!

Pues bien, y ésta es mi reflexión,estos seres, recién llegados a la Tierra, se han creído, desde el primer momento, ser los amos y señores de lo existente, han destruido bosques (recuerde que en la Edad Media se decía que una ardilla podía recorrer España de norte a sur sin bajarse de las copas de los árboles), playas, montes, ríos, han contaminado cielo, mar y tierra.

Han tenido guerras de todas clases y colores, el norte se ha enriquecido a costa del sur hambriento y pobre, han esquilmado con la pesca, la caza y otras artes extractivas, los mares, la selva, la sabana, las praderas y todo lo que se le ponía por delante.

Han creado y usado las mayores armas de destrucción masiva de la Historia, las bombas atómicas, pero no contentos con Hiroshima y Nagasaki, han creado bombas infinitamente más poderosas que las atómicas, la bomba H, la de neutrones, etc., etc., han construido centrales nucleares cuyos residuos no sabemos qué hacer con ellos y cuyos efectos más reciente ha sido la explosión de Chernóbil, que ha contaminado tierras, aire y hombres por no se sabe cuántos siglos y con qué efectos secundarios.

Sus industrias químicas contaminan día a día el aire y las aguas con miles de toneladas de productos tóxicos o venenosos, hemos estado a punto de destruir la capa de ozono, única protección contra los terribles rayos ultravioleta UV. Lanzamos a la naturaleza millones de toneladas de basuras domésticas, muy peligrosas, especialmente plásticos no biodegradables, latas, pilas usadas, electrodomésticos viejos, coches inservibles.

Nuestros fantásticos aviones civiles y militares, lanzan a la atmosfera junto con nuestros coches y nuestra industria miles de millones de toneladas de CO2 y otros gases que con su efecto invernadero está produciendo un aumento gradual de la temperatura de la Tierra, lo que hará que progresivamente el hielo de nuestros Polos se vaya derritiendo con efectos, a plazo de no más de 50 años, de incremento del nivel del mar con la consiguiente desaparición de la franja costera próxima al mar.

Contaminamos la tierra y los acuíferos con el exceso de abonos de todo tipo usados en la agricultura intensiva. Y poco a poco estamos matando el mar con nuestros despojos orgánicos, los vertidos petrolíferos, el alimento de las granjas marinas, el vertido de la industria química y nuclear.

Nuestras costas y nuestros montes (especialmente en las franjas costeras de los continentes) se están superpoblando de construcciones, urbanizaciones, campos de golf, hay zonas donde no queda un solo metro de franja costera sin construir. La superpoblación impedirá que las capacidades de producción de alimentos, especialmente la agricultura, no será suficiente para alimentarnos a todos, el agua ya se está convirtiendo en un bien más preciado que el petróleo, mantener los ritmos de crecimiento económico de los países necesitará tal cantidad de energía que no serán suficientes los combustibles fósiles ni los atómicos para satisfacerla.

Y A TODO ÉSTO LE LLAMAMOS PROGESO

Éste ser insignificante, último llegado, se está cargando de manera asombrosa cualquier posible futuro de existencia para la raza humana, estamos sentando las bases de la destrucción del género humano, y digo género humano, porque los animales, las aves, los insectos, los microbios y los virus nos sobrevivirán, ellos continuarán en la Tierra cuando no quedemos ni un solo ser humano.

La destrucción catastrófica de los dinosaurios, comenzó con la caída de un bólido a la Tierra. Esta clase de meteorito habría hecho impacto en la península de Yucatán, México hace aproximadamente 65,5 millones de años, y supuso la oportunidad para que aquellos primeros mamíferos, pequeñitos, insectívoros y nocturnos, que convivía en un mundo de dinosaurios de todas clases, pequeños y enormes, terrestres, aéreos y marítimos, digo, supuso la oportunidad para que a falta de depredadores pudieran extenderse y ocupar los nichos ecológicos que los dinosaurios había dejado vacio.

La desaparición del ser humano de la faz de la Tierra, dará igualmente oportunidad para que otra u otras especies utilicen los nichos ecológicos que ahora ocupamos los humanos, y …………..

En fin, para cuando ocurra ninguno de nosotros estará aquí cuando suceda, pero estamos poniendo los cimientos y los ladrillos de nuestra propia destrucción.

¡¡Ahora te toca a ti!!


Perchelero


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