No es que lo diga yo (que también lo digo), lo dice la Real Academia de la Lengua. Las palabras tienen género (masculino, femenino y neutro), los animales y las personas tenemos sexo (machos o hembras, varones o mujeres).
El "género" tiene que ver con el campo lingüístico; el "sexo" con el campo de la vida.
No deberíamos, pues, hablar de "violencia de género" (violar las palabras serían, sólo, las faltas de ortografía), debería decirse "violencia de sexo o por razón de sexo" o "violencia doméstica" (aunque este campo es más amplio) o "violencia contra las mujeres".
¿Cuándo hablamos de "homosexuales y lesbianas" cometemos un "pecado" metodológico (al menos en Filosofía).
Un conjunto está ocupado, totalmente, por la clase o subconjunto A y por su complementario –A. Lo que no pertenece a A, tiene que pertenecer a –A. En el campo de referencia "Andalucía", el conjunto de "los andaluces" está totalmente ocupado por "malagueños" y "no malagueños".
Igualmente, en el campo de referencia de "el sexo" uno pertenece al conjunto "homosexual" o "heterosexual". Y no hay más.
La palabra "homosexual" no hace referencia a los "hombres", "varones".
Ese "homo" no proviene del término latino "homo-nis" (tercera declinación) que significa "hombre" o "varón" sino que proviene del término griego "Homos-ios", que significa "igual", "el mismo".
"Homosexuales" pues, son las personas a las que les gustan las personas del "mismo sexo".
Tan "homosexual" es el varón al que le gustan los varones, como la mujer a la que le gustan las mujeres.
Lo opuesto a "homosexual" no es "lesbiana", sino "heterosexual".
"Heterosexuales" son las personas a las que les gustan las personas del "otro" sexo. ("Hetero" significa "otro", "distinto")
Si decimos, pues, "homosexuales y lesbianas" nos referimos al "todo" y a la "parte".
Será por "ignorancia" o por "machismo lingüístico" tomar el "todo" ("homosexual") por la "parte" (sólo referido a los "homosexuales masculinos).
Ocurre igual cuando decimos "Hombres y mujeres", deberíamos decir "varones y mujeres"; entre ambos agotan el campo "humano".
Cuando decimos que "el hombre es racional", en ese "hombre" también van incluidas las "mujeres" (que también son racionales).
"Machismo del lenguaje", el "todo" para el varón y la "parte" para las mujeres.
Escribo todo esto porque, como estoy en Madrid, la Comunidad madrileña ha sacado un Decreto donde se dice "Los derechos de los homosexuales y de las lesbianas". ¿Por qué aparecen las lesbianas fuera de los homosexuales, como la segunda parte cuando, también, son la mitad de la primera parte?.
Se intentó corregir este "pecado" lingüístico o semántico y se propuso llamar "gay" al homosexual masculino, pero no ha fraguado la cosa.
El término "gay" tiene una larga tradición. Desde los juglares y trovadores medievales al "gay saber" del que nos habla Nietzsche.
"Gay" sería el homosexual masculino "contento, alegre, feliz, orgulloso de ser homosexual". Y el caso es que muchos homosexuales masculinos ni estaban orgullosos de serlo, ni contentos ni alegres por serlo.
¿Es "gay" todo "homosexual masculino"?.
Incluso el término "gay" se emplea de manera despectiva.
Un "gay" indiscutible es el que "sale del armario".
¿Por qué "armario"?. Porque "armario" designa a quien permanece escondido, sin atreverse a salir.
¿Cuáles son los derechos de los homosexuales?. Los mismos que los de los heterosexuales.
No se tienen derechos por ser homosexual o heterosexual o varón o mujer o blanco o negro, … los derechos se tienen por ser "personas". Y tan persona es el homosexual como el heterosexual, el varón como la mujer, el blanco como el negro.
Lo que ocurre es que en una sociedad heterosexual, machista, de raza blanca…. los homosexuales, las mujeres, los negros… que tienen los mismos derechos que los demás, además, tienen el derecho, negativo, a no ser discriminados por ser homosexuales, mujeres, negros…
Las diferencias no engendran, no crean, no dan lugar a Derechos Positivos. La mujer no tiene derechos por ser mujer. Sólo el derecho negativo a no ser discriminada por serlo.
Si las diferencias crearan derechos positivos habría que preguntarse cuáles son los derechos positivos de los bajitos, de los gordos, de los feos, de los que viven en la planta quinta, de los alicatadores, de los andaluces, de los vascos, de los controladores aéreos… Todos, absolutamente todos, tienen/tenemos los mismos derechos humanos porque todos somos igual de personas.
¡Ea¡. Queda dicho. Que conste.
Tomás Morales Cañedo, Marzo 2009
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