12 diciembre 2008

El Filósofo no es dogmático

                                                

         El FILÓSOFO es una "rara avis" que tiene Preguntas para todo. Dispone de un almacén de porqués. Siempre con su ¿"por qué"?, ¿"por qué"?, ¿"por que"?... ante todo. Ante cualquier cosa ¿Por qué?.

 

         Filosofar es preguntar. Luego llegarán las respuestas, poco a poco.  A veces respuestas opuestas, a veces respuestas complementarias, o respuestas de desarrollo y de apoyo.

 

         Sólo los ESTÚPIDOS creen que hay respuestas a todos los porqués.

 

         Los IMBÉCILES son peores. Éstos van más allá. Estos afirman tener (y se lo creen), no respuestas, sino LAS RESPUESTAS a todo. Las mejores, las únicas. Se creen estar en posesión del monopolio de la verdad.

 

         Igual que El LOCO cree que está cuerdo y todos los que le rodean están locos, el Imbécil cree que el único inteligente es él y todos los que le rodean son unos Imbéciles, unos Retrasados Mentales.

 

         El pseudofilósofo es el que hace y se hace pseudopreguntas. Preguntarse por el color del amor o por el peso de la tristeza, son pseudopreguntas.

 

         El FILÓSOFO, ni debe ser "pseudo", ni "estúpido" ni "imbécil".

         El filósofo es/tiene que ser ESCÉPTICO. Siempre un desconfiado. Desconfiando, en primer lugar, de sus propias respuestas. Después aplicará esa duda escéptica a todas las respuestas que vayan dando los demás. El filósofo tiene prohibido aparcar en el área de la certeza. Sólo puede, provisionalmente, "para ir tirando", recoger lo mejor que vaya apareciendo.

 

         El INGENUO representa la ESTUPIDEZ. Si hay una Pregunta entonces debe haber una Respuesta, sin caer en la cuenta que hay PseudoPreguntas para las que no hay Respuesta verdadera, sólo pseudorespuestas.

 

         El DOGMÁTICO  representa la  IMBECILIDAD. Siempre ha sido/es/y será peligroso.

         El Imbécil es un inquisidor. Inquisidor en el Decir, en el Hacer y en el Obrar. Es temible. Es para tenerle miedo.

 

         El FILÓSOFO es un ESCÉPTICO impenitente, es un eterno preguntón. No sólo cuestiona sus respuestas, es que se pregunta, es que cuestiona, sus propias preguntas. Pero siempre es un presunto inocente. Nunca va con mala intención. Es ajeno al sadismo y al masoquismo. Está enamorado de la verdad y ésta no se muestra, está tapada, cubierta, enterrada bajo el ropaje de lo manifiesto. Habrá que "destaparla", dejarla en cueros, que brille por sí misma. Habrá que "descubrirla", habrá que "desenterrarla".

 

         INGENUIDAD, DOGMATISMO, ESCEPTICISMO.

 

El filósofo es ese escéptico que vive preguntando y morirá preguntando. No tiene solución.

 

         Morirá en el camino. Es un viajero, no un pasajero. El filósofo es un nuevo y renovado Sócrates.



-- Tomás Morales Cañedo

                                                       

   Noviembre. 2008.


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