Tomás Morales Cañedo.
Le tocó el bote de la primitiva. Muchos millones. En Euros.
Compró todo lo que quiso y más. Se vio rodeado de cosas. De muchas cosas. Todas sus frustraciones del tener se vieron sobradamente satisfechas. Le sobraba dinero. No sabía qué hacer con él.
Nunca nadie poseyó tantas cosas, pero nunca nadie se sintió tan solo. No es que tuviera soledad, es que era un solitario. Pensó, pues, que ahora necesitaba amar y ser amado y, también, necesitaba la Verdad............. continuación
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