17 mayo 2024

V.O.S.

 


Se trata de una antigua, pero siempre activa polémica, “mil” veces tratada entre los críticos y especialistas cinematográficos, además de todos los cinéfilos y buenos aficionados a la magia espectacular del cine. Partimos de una difícil disyunción como pregunta: ¿películas “dobladas” al idioma patrio o cintas en V.O.S. versiones originales subtituladas?

A favor de una u otra opción aparecen postura legítimamente contrapuestas. Las argumentaciones no son en absoluto complicadas. Entre los primeros, la principal defensa de sus preferencias radica en el cansancio que tendrían que soportar, al tener que ir leyendo, de continuo, los subtítulos que hacen y permiten entender la lengua o el idioma utilizado (normalmente el inglés o el francés). Añaden, para sustentar mejor su postura, que en no pocas películas los subtítulos no están bien grabados (en tamaño y color) cuando aparecen en la parte inferior de la pantalla. Y completan su razonamiento indicando (muchas veces con veracidad) que los textos traducidos aparecen y desaparecen con tanta rapidez que materialmente no da tiempo a completar su lectura. Todo ello lo resumen, coloquialmente, con una frase que “lo dice todo": “yo no voy al cine para leer”. Por supuesto, depende lo que cada uno entienda por “leer”.

Los que piensan en contrario, defienden que siempre es mejor escuchar la voz original de los actores protagonistas, con sus matices y giros orales, pues así se entiende mejor lo que interpretan. Resulta más verosímil y empática su actuación cuando se aplica su propio lenguaje. Explican que muchos doblajes resultan artificiosos, mecanicistas, faltos de “alma” y naturalidad. En otras palabras, están deficientemente realizados, semántica, gramatical y anímicamente. Se entiende mejor la escenificación de los argumentos, escuchando y asimilando las voces originales y propias de los actores. Y así continúa la polémica, de difícil solución, entre los “pro o anti” doblajes de las películas.

Por fortuna, en cada ciudad o capital española, suele haber alguna sala de cine que mantiene “con firmeza” la proyección de los filmes en V.O.S. gesto que muchos espectadores agradecen a los gestores empresariales de esas salas cinematográficas. De esta fácil forma, nos acostumbramos a reconocer las voces originales de los grandes actores y actrices, evitando caer en la cómica e infantil postura de pensar o creer que los famosos intérpretes extranjeros tienen esa voz española que siempre aparece en sus películas, pues hay dobladores que se especializan a prestar siempre su voz a esos famosos intérpretes. Lo cómico del caso es que, después, esos espectadores comprueban que dos actores diferentes tienen la misma voz “española” o aún más ridícula resulta su decepción cuando algunos de esos actores foráneos visitan nuestro país y se expresan a través de la radio o la televisión con su propia y lógica voz (que ahora los espectadores no entienden, a no ser que se la traduzcan).

Este comentario viene a cuento de la película finlandesa, cuyo visionado recomendamos para este fin de semana. Nos estamos refiriendo a la cinta titulada FALLEN LEAVES (hojas caídas, hojas otoñales) producción del 2023, dirigida por el afamado AKI KAURISMAKI (Finlandia, 1957) quien también escribe el guion. Esta bella, reflexiva película, con una gran psicología de caracteres, recibió el premio del jurado en el pasado y prestigioso festival de Cannes. También ha merecido numerosas nominaciones, para otros premios y certámenes. Disponemos de la versión “dudosamente” doblada de la película. Cuando escuchamos hablar a los dos principales protagonistas ANSA (Alma Poysti, 1981) y HOLAPPA (Jussi Vatanen, 1978) nos produce una sensación de notable extrañeza su dicción, haciéndonos esa pregunta de “¿así de “cortante”, “seco”, frío”, hosco, “inexpresivo”, serio, conciso, es la forma de lenguaje utilizada en ese frío país nórdico (Finlandia), o es el estilo y la voz del actor de doblaje que ha intervenido en la versión española? En este último caso está “vendiendo” una austera e incluso desagradable o incómoda forma de expresión que, en modo alguno se corresponde con la original

Se puede localizar el traíler de esta producción en You Tube que, por fortuna lo ofrecen en lengua finlandesa. Su duración es sólo 1,28 m. y obviamente está subtitulado. Al menos ahí podemos escuchar las verdaderas voces de Alma y Holappa, que resultan algo más dulces, naturales y humanas, en las escasas palabras o frases que pronuncian.

En uno y otro caso, llegamos a la conclusión de que el carácter de los ciudadanos finlandeses es un tanto diferente que el que hemos conocido en las personas inglesas, francesas y, sobre todo, mediterráneas, como los italianos y los españoles. Y dentro del ser hispano, la forma de hablar y de expresarse en Andalucía. Tal vez esta forma de expresarse por parte del finlandés esté más cerca de lo germánico que de las latitudes más meridionales en la esfera terrestre.

Argumentalmente el guionista y director nos cuenta una sencilla, hermosa y triste historia de amor entre dos seres solitarios, muy modestos en su economía, que buscan el grato e inexcusable calor del amor. Uno de ellos salva a su pareja de la persistente adicción al alcohol, uniendo, finalmente sus respectivas y duras soledades en ese difícil caminar por la infortunada e incómoda suerte que les ha correspondido, en estas sus oportunidades vitales. Nos preguntamos, volviendo al argumento que se nos narra, ¿Ansa y Holappa carecen totalmente de familia? 

Cuando te compras el DVD de Fallen Leaves, el problema del sonido lo tienes resuelto. El DVD te permite elegir el idioma y los subtítulos que libremente desees. Algunas plataformas de Streaming hacen posible la opción del idioma y los subtítulos, siempre a los asociados a la misma.

Por cierto, las versiones con sonido original también ayudan al aprendizaje de muchos vocablos y formas expresivas, en ese inglés universal que hoy domina la comunicación entre los humanos. -




 

José L. Casado Toro

Mayo 2024


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