Artículo de Rocío
de la Vega Carranza, Investigadora Ramón y Cajal (Psicología), Universidad
de Málaga y Guillermo Ceniza Bordallo,
Predoctoral Researcher in Nursing,
Physiotherapy and Podiatry, Universidad Complutense de Madrid. Publicado en la
revista digital The Conversation.
Es domingo por la tarde. La alarma del coche del vecino
suena por tercera vez y nos asomamos a ver qué pasa. Observamos que el vecino
se encoge de hombros y se pregunta por qué está haciendo el coche ese ruido tan
desagradable. ¿Será el viento? ¿Se habrá metido un gato en el motor? Nadie está
intentando robar el vehículo, pero el ruido, la alarma, es real.
Algo parecido les ocurre a las personas que
experimentan el llamado dolor nociplástico: sufren un dolor muy real, pero
cuando se realizan pruebas médicas para ver qué lo causa, todo parece estar
bien. ¿Qué puede estar ocurriendo entonces? Los últimos avances científicos
pueden ayudar a explicarlo.
A
vueltas con el dolor
El dolor es una experiencia que todos hemos vivido en
algún momento, pero su definición puede resultar, en ocasiones, bastante
compleja. La Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP, por sus
siglas en inglés) lo
describe como “una experiencia sensorial y emocional desagradable
asociada con, o similar a la asociada con, daño tisular real o potencial”.
Aunque esta definición parece precisa y global, el
concepto de dolor ha evolucionado a lo largo de la historia. Derivado de esta
continua actualización, recientemente ha aparecido el término “dolor
nociplástico”.
Noci…
¿qué?
En el dolor nociplástico, a diferencia de lo que ocurre
con los otros dos tipos de dolor (nociceptivo y neuropático), el sistema
somatosensorial, encargado de recibir e interpretar todos los estímulos que
llegan al cuerpo, interpreta que el tejido está dañado a pesar de no estarlo.
En el caso de la modalidad neuropática, el sistema que
percibe y procesa sensaciones como el tacto o la temperatura no funciona bien.
Pero cuando se produce el dolor nociplástico, ni dicho sistema ni el tejido
nervioso están alterados. Se generan falsos avisos de daño en los tejidos, a
los que el cerebro responde amplificando esas señales y perpetuando el dolor.
La persistencia del dolor nociplástico parece estar
relacionada con factores psicosociales como fatiga, problemas cognitivos,
ansiedad y otros desencadenantes que provocan cambios en las neuronas.
Los
expertos han hablado
En la última clasificación internacional de
enfermedades de la
CIE-11, desarrollada por 300 especialistas de 55 países, el dolor crónico
aparece como enfermedad. Y dentro de esta se incluye la subcategoría del dolor
nociplástico.
Es importante señalar que no es un diagnóstico médico
en sí mismo, sino un término para describir ciertos síntomas en un contexto
clínico. Algunos síndromes incluidos en el nuevo concepto de dolor son la fibromialgia,
el síndrome
de fatiga crónica y otros trastornos de dolor funcional.
Con esta clasificación se busca ayudar a entender el
origen de algunas enfermedades y clasificarlas en diferentes categorías de
dolor. Algunas dolencias no encajaban en la antigua clasificación, que solo
consideraba la modalidad nociceptiva y neuropática. La Asociación Internacional
para el Estudio del Dolor ha aclarado que los dolores nociceptivo y
nociplástico pueden coexistir.
La novedad ha captado la atención de los medios de
comunicación. Recientemente, un
artículo publicado en The Economist explicaba que algunos pacientes
están comenzando a probar los beneficios de tratamientos diseñados
específicamente para el dolor nociplástico. Incluyen el trabajo en la mejora de
la calidad de sueño, el aumento de la actividad física, la mejora del estado de
ánimo o la modificación de la actividad cerebral con ciertas combinaciones de
terapia psicológica, fisioterapia y fármacos.
Aunque estos tratamientos aún se encuentran en fases
experimentales, existe un consenso general en la comunidad médica de que el
enfoque debe ser multidisciplinar, es decir, debe aunar intervenciones
psicológicas y de fisioterapia como componentes fundamentales del tratamiento.
No
todos están de acuerdo
La Asociación Europea de Pacientes con Dolor, conocida
como Pain Alliance Europe, ha emitido una
declaración que refleja su posición con respecto a la aparición
oficial del dolor nociplástico. Esta organización resalta los posibles beneficios
de la clasificación emergente, aunque con cautela, dada la falta de consenso
científico universal en torno al término.
La principal controversia se encuentra en que algunos
expertos ya utilizaban el término “dolor funcional” para referirse a esa clase
de molestias y consideran que el nuevo concepto simplemente cambia un nombre
por otro. Otros expertos argumentan que todavía se necesita más investigación
sobre los mecanismos biológicos que explican este tipo de dolor y, por ello,
recomiendan mantenerse a la espera.
Sin embargo, lo consideran prometedor para los
pacientes, ya que les da la posibilidad de tener un diagnóstico en casos
previamente indefinidos. Así pueden tener acceso a tratamientos médicos,
cobertura de seguro y programas específicos. La existencia de un diagnóstico
también se percibe como un medio para reducir el estigma social y empoderar a
los pacientes, evitando que se sientan incomprendidos.
El grupo de expertos en dolor pediátrico de la IASP (Pain
in Childhood Special Interest Group) también ha compartido su opinión sobre
la definición del dolor nociplástico. Según estos expertos, aunque la nueva
clasificación CIE-11 resulta útil en adultos, su aplicación en niños se
complica debido a diferencias, como el hecho de que el sistema nervioso
infantil aún está en desarrollo.
Solo
es el principio
En resumen, el dolor nociplástico es un término nuevo
que todavía genera debates en la comunidad científica. Los expertos muestran
cautela frente a esta nueva definición y enfatizan la importancia de continuar
investigando en el ámbito del dolor, tanto en adultos como en niños.
El objetivo es entender el dolor crónico desde una
perspectiva más completa, considerando los aspectos físicos y psicosociales
involucrados en su mantenimiento y desarrollo. O volviendo al ejemplo del
principio, averiguar por qué suena la alarma del coche, si nadie lo está
robando. Esto puede ayudar a entender cómo apagar la alarma: abrir nuevas
puertas en el tratamiento de condiciones dolorosas que antes no se comprendían.
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