Llegada al mar
Cuando salí de ti, a mí mismo
me prometí que volvería.
Y he vuelto. Quiebro con mis piernas
tu serena cristalería.
Es como ahondar en los principios,
como embriagarse con la vida,
como sentir crecer muy hondo
un árbol de hojas amarillas
y enloquecer con el sabor
de sus frutas más encendidas.
Como sentirse con las manos
en flor, palpando la alegría.
Como escuchar el grave acorde
de la resaca y de la brisa.
Cuando salí de ti, a mí mismo
me prometí que volvería.
Era en otoño, y en otoño
llego, otra vez, a tus orillas.
(De entre tus ondas el otoño
nace más bello cada día. )
Y ahora que yo pensaba en ti
constantemente, que creía…
(Las montañas que te rodean
tienen hogueras encendidas.)
Y ahora que yo quería hablarte,
saturarme de tu alegría…
(Eres un pájaro de niebla
que picotea mis mejillas. )
Y ahora que yo quería darte
toda mi sangre, que quería…
(Qué bello, mar, morir en ti
cuando no pueda con mi vida.)
José Hierro del Real. (Madrid, 3 de abril de 1922-21 de
diciembre de 2002). Poeta español, crítico de arte y académico de la Real
Academia de la Lengua.
Aunque
su trayectoria puede vincularse parcialmente con tendencias como la poesía
desarraigada y la poesía social, la obra de José Hierro ocupa una posición
destacada en la literatura de la posguerra. Su poesía, a la vez intimista y
testimonial, es apreciada como uno de los valores más consolidados de la lírica
española contemporánea.
Prefiere
el uso de vocablos sencillos, incluso cotidianos, pero reforzados en su
significado por el contexto poético. En lo que se refiere a la métrica, muestra
una gran variedad en un abanico que se abre a diferentes modelos de estrofas,
incluido el verso libre.
Libro de las alucinaciones (1964), es una de sus obras donde manifiesta sus
inquietudes estéticas. Tras un dilatado silencio publicó Agenda (1991) y Cuaderno de Nueva York (1998).
Vio
reconocida su labor con importantes premios como el Príncipe de Asturias (1981)
y el Cervantes (1998).
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