20 diciembre 2022

EL CULTURAL.- Quinta entrega: Tutankamón

 

     Yo era un niño ávido de tebeos. Y que no tenían nada que ver con los actuales y omnipresentes cómics de superhéroes. De hecho, éstos tardaron en llegar a España y durante un tiempo fueron prohibidos por los censores que velaban por la salud de nuestras almas. Mi revista favorita era “Chicos” que había comenzado su publicación en 1938 y que, sin apartarse del oficialismo vigente, quiso diferenciare de su modelo, “Fechas y Pelayos”, indigesto panfleto a mayor gloria de “los nacionales”.

     Además de ofrecer obras de  algunos de los mejores dibujantes españoles de siempre, como Jesús Blasco, Angel Puigmiguel y Emilio Freixas, en la revista abundaba la información cultural, que iba de la geografía a la historia o al deporte. Y fue en esas páginas culturales donde leí por vez primera la fascinante peripecia del descubrimiento de la tumba de Tutankamon.

     Que El Cultural ha recordado, pormenorizándola, en su primer número de noviembre, al cumplirse el centenario de un hecho que tuvo lugar el 4/11/1922, gracias al buen hacer del arqueólogo Howard Carter y a la nutrida cartera de lord Carnavon que lo tuvo contratado durante una decena de años. El hallazgo fue espectacular dado que se encontró una tumba intacta más de 3000 años después del enterramiento. Allí estaba la momia del faraón, con la máscara que tantas veces se ha reproducido que protegía el cuerpo de un hombre de apenas 19 años. Y su ajuar funerario: camas, cofres, mobiliario diverso, ánforas de vino, armas, joyas, además de su trono y sus cetros.

      No olvidemos “la maldición”. El 5 de abril de 1923, lord Carnavon, el mecenas, murió en El Cairo, seguramente por una septicemia causada por la picadura de un mosquito. Poco después, su medio hermano, el coronel Herbert pasaba a mejor vida. Esta funesta coincidencia sirvió para elaborar la leyenda de la maldición que para 1930 contabilizaba hasta 30 muertes de personas relacionadas con la empresa liderada por Howard Carter que, sin embargo, falleció en 1939, a los 64 años. Para explicar lo inexplicable se ha echado mano de numerosas teorías, la mayoría sin evidencia científica, como la que habla de unos hongos tóxicos que habrían causado enfermedades extrañas a los que osaron profanar la tumba. Uno de los ardientes defensores de la maldición fue Arthur Conan Doyle, el padre de Sherlock Holmes.

      Y podríamos añadir las historias cinematográficas sobre momias que comenzaron en 1932 y que fueron continuadas por los filmes de los 60 interpretados por Christopher Lee, para llegar a las más modernas, las divertidas versiones interpretadas por Brendan Fraser y la fracasada de 2017 a la que ni Tom Cruise pudo salvar.

JOSÉ RAMÓN TORRES GIL


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