08 enero 2022

EL POEMA DEL SÁBADO: EMILIO PRADOS (II)

 

CERRÉ MI PUERTA AL MUNDO

 

Se me perdió la carne por el sueño.

Me quedé interno, mágico, invisible,

desnudo como un ciego.

Lleno hasta el mismo borde de los ojos

me iluminé por dentro.

 

Trémulo, transparente,

Me quedé sobre el viento.

Igual que un vaso limpio de agua pura,

Como un ángel de vidrio

en un espejo.

 

 

EMILIO PRADOS. Marzo 1899—abril 1962.  Nace en Málaga. A los quince años obtiene una plaza en la Residencia de Estudiantes en Madrid, en el grupo de niños, donde conoce a Juan Ramón Jiménez. En 1918 se incorpora al grupo en el que se gestó la generación del 27. García Lora, Luis Buñuel, Salvador Dalí y otros. En ese fecundo caldo de cultivo, punto convergente de las ideas vanguardistas e intelectuales del momento, se desarrolla su vocación como escritor.

En 1921 se agrava la enfermedad pulmonar que padece desde la infancia e ingresa en un sanatorio en Suiza. En Friburgo y Berlín cursa estudios de Filosofía. En 1924 regresa a Málaga. Aquí, junto a su amigo Manuel Altolaguirre edita la revista Litoral.


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