13 mayo 2012

LA INCOHERENCIA

Las relaciones intergeneracionales que, inteligentemente se ha suscitado en el blog, son una constante a lo largo de la Historia. Desde que en la antigua Grecia Hades fue devorado por Cronos, su padre, hasta nuestros días este conflicto social no ha cambiado nada más que en la manera de discrepar.
La generación que luchó en el frente del Ebro con el «Generalísimo» o en la ofensiva de Belchite con la XV Brigada Internacional, engendró unos hijos que con la mayoría de edad se enfrentaron con los “grises” para luchar contra lo que sus padres habían conquistado. Entre ambas generaciones se estableció una sima infranqueable. El peor momento era la hora de la comida en la que al hablar de política se suscitaban discusiones de alto voltaje. Mientras se bendecía la mesa y se besaba el pan en unos casos, o se escuchaba «La Pirenaica» en otros, los hijos ya seguían las teorías de Marx y se hacían agnósticos. Lo cierto es que estas dos generaciones usaban las mismas palabras para expresar cosas distintas. No hubo manera de que se entendieran y el tiempo se encargó que se disolvieran por su cuenta.
La evolución de la sociedad y el sistema de becas ha permitido a los hijos de los obreros llegar a la universidad lo que ha hecho que tiempo después se produzca el mismo vacío generacional. Cualquier albañil, un mecánico o un agricultor tienen hoy un hijo médico, doctor en filología árabe o físico nuclear. ¿Cómo puede explicarle el físico nuclear a su padre, dependiente en unos grandes almacenes, el problema más sencillo de mecánica cuántica? Ni el agricultor podrá conocer nunca para que sirven las células hematopoyéticas que su hija médico trata de hacerle entender. La misma falta de acuerdo a la hora de la comida se produce con la deriva ideológica de antes que al abismo cultural que los separa ahora.
A otro nivel los cachorros de la pijoprogresía se han convertido en los nuevos preciosos ridículos. No es de ellos la culpa: cuando confiesan que el equivalente a la magdalena de Proust es el Armani de 4.000 euros que luce mamá, no hacen nada más que confirmar su honestidad frente a sus mayores: sin hipocresías dicen lo que han visto, no lo que han oído proclamar (igualdad, justicia) toda su vida.
Nos hemos convertido en unos coleccionistas de contradicciones. O no lo es la de aquellos gobernantes preocupados por el paro juvenil que retrasan la edad de jubilación de los que irán con andador a ocupar el puesto que podría ocupar un joven desempleado. O La del activista más o menos revolucionario que gana millones. O La del político que protesta en la calle contra una situación que él ayudó a crear. O la del patriota regional que vacía las arcas, construye aeropuertos inoperantes, y cementa las costas. O la de…
Formar conciencias, potenciar la sensatez y el criterio, encarar dificultades, forjar espíritu de sacrificio, favorecer el desarrollo intelectual e integral de los hijos, todo ello, significa educar y no hay mejor manera de hacerlo que desde el ejemplo. Si no tienen un alto nivel de exigencia y les hacemos la vida fácil y cómoda ¿De qué nos quejamos pues?


Nono Villalta, mayo de 2012


1 comentario:

  1. Esa es la ley de la Historia: la Dialéctica.
    A la "tesis" (A) del abuelo se ha opuesto la "antítesis" (-A) del padre, y de la oposición y lucha de A y -A saldrá la "síntesis" (B) del nieto/hijo, que recogerá lo mejor de A y de -A.
    Y B se convertirá, en cuanto se establezca, en "tesis", mientras su descendiente defendrá -B ("antítesis") que, de nuevo será superada por...
    ¡Bienvenida" y "bienaventurada" la antítesis de los indignados, porque están metiendo "cuyas" contra la tesis neocapitalista, de lo que saldrá una "síntesis" mejor, superior,...

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