04 abril 2012

SEMANA SANTA EN MALAGA

Málaga se cruza con Jesús de Nazaret al llegar la primavera, los naranjos florecen por toda la ciudad y le ofrecen su aroma, es la más bella forma de saludo que puede brindarle.
Los azahares malagueños se van desprendiendo de sus hojas de muy distintas maneras para conmemorar lo ocurrido hace ya más de dos mil años, cada flor encierra un milagro, cada artesano ofrece su arte; los escultores imagineros tallan en un trozo de madera bellas figuras que reflejan en sus rostros la amargura de la pasión, la crueldad de la tortura o, el dolor de una mujer que ve de qué forma tan injusta y cruel están maltratando, calumniando y condenando a muerte a su hijo hasta llevarlo a la cruz.
Las artes en todas sus formas se han puesto de acuerdo para expresar la belleza con toda su grandiosidad, autenticas maravillas salidas de manos artesanas son expuestas a los ojos de cualquiera que sepa admirar la belleza, el barroco se desborda, orfebres, floristas, pintores, restauradores, bordadores, modistos y costureras dejan que su creatividad dé a luz todo lo que llevan dentro, la poesía en boca de poetas y la canción en forma de saeta se puede escuchar en cualquier rincón de la ciudad, así Málaga van dejando caer los azahares de sus plazas y calles.
Son muchas las personas que participan en los desfiles procesionales: nazarenos, mayordomos, bandas de música, el tío del botijo, el que lleva el alza cable, y porque no decirlo, hasta los basureros juegan un importante papel para mantener decentemente las calles al paso de los cortejos. Pero, a mi modo de ver, los hombres de trono juegan el más importante papel, ellos son especiales, están hechos de otra pasta, son conscientes de lo que llevan sobre sus hombros, durante muchas horas van agarrados a sus varales soportando con orgullo malagueño cada cual, el peso que le corresponde, igual que El Nazareno cargó con su cruz. Ellos, quieren llevar en volandas a esa Madre llorosa que va siguiendo a su hijo camino del Gólgota, abrazados a su varal con gran fe, van unos “por fuera” otros debajo de un manto sin apenas poder respirar, pero eso no importa, ellos están gozosos por lo que portan, es ahí donde maman el amor, el sudor y el orgullo, que les durará hasta su muerte, ése de haber llevado sobre sus hombros a sus sagrados titulares por las calles malagueñas, que todo el mundo sepa lo que ocurrió para la salvación de los hombres; en esa intimidad que les da el trono hacen amigos y conocen historias.
Un capítulo aparte se merecen las fuerzas de seguridad y el Ejército español ¿Quién no ha cantado El Novio de la Muerte acompañando a la Legión? ¿Hay alguien que no se haya estremecido al ver a esos huérfanos de La Guardia Civil, los hijos de aquellos que murieron por cumplir con su deber y defender a España? ¿Y por casualidad, algún malagueño no ha visto a los jóvenes cadetes orgullosos con su traje de gala? son apenas niños y ya están dispuestos a derramar su sangre por la Patria si hiciera falta, Paracaidistas, Regulares, Infantería, Caballería, Artillería, Policía Nacional, todos ellos están alegres por poder participar dando escolta al Más Grande entre los grandes y a su Santísima Madre, todos ellos sean de donde sean, durante esta Semana son azahares malagueños malagueños que se van desprendiendo de su árbol hasta llegar al suelo, y así, regar con su perfume el camino.
La fe se puede ver en los miles de personas que cumpliendo una promesa caminan detrás de un Cristo o de una Virgen, la cera arde pidiendo luz para la vida, pies descalzos pisan las calles de Málaga, ojos vendados que a ciegas, siguen al Pastor que los guía en su existencia, personas agradecidas por favores recibidos, personas que abrumadas por la enfermedad, el paro, la droga o cualquier otro problema van implorando ayuda, cuando el mundo te olvida, solo te queda agarrarte a lo divino.
Imágenes pintorescas también se pueden ver en cada rincón, como ejemplo más significativo puedo citar a los cientos de gitanos vestidos con sus mejores galas, que detrás de “su” Moreno cantan y bailan por bulerías durante todo el recorrido de la procesión, las calles están llenas de puestecillos ambulantes que venden globos, chucherías, tambores y trompetas —martirio para los oídos adultos— pero que a los niños tanta ilusión les hace.
El barco de plata se acerca meciendo a La Señora, en el arco de campana es raro no ver un lazo negro o un bastón tendido a los pies de una cruz, es una señal de luto por algún hermano fallecido, capirotes, faraonas, bastones, campañillas, escapularios, insignias, báculos, trompetas, faroles, mujeres de mantilla, etc. todo forma parte del cortejo. Como deseo de paz se sueltan palomas, y con ansias de libertad en una sociedad oprimida por tantas injusticias se libera un preso, simbolizando así esa deseada libertad; aunque no fuera ese el origen de la historia de esa liberación.
Éste es el espíritu cristiano de la Semana Santa, recordar y revivir la Pasión y Muerte de Jesucristo.
Pero si tú amigo mío, no eres cristiano, me atrevo a darte un consejo, no te quedes en tu casa, sal a la calle que Málaga te espera con los brazos abiertos, contempla el arte barroco —míralo solo con los ojos del arte— empápate con la brisa del mar en la templada noche malagueña, recrea tu oído con la música de una banda, o escucha el llanto de una saeta, come una torrija, toma un coctel de champan, un chocolate con churros, o una cerveza fresquita con un pescaito frito, reúnete con amigos, disfruta de los sentidos que te ofrecen tan variados azahares, saborea el arte que se te da gratis, y si algún forastero te pregunta que es lo que está ocurriendo, tan solo contéstale una frase muy cortita
“Esto es Semana Santa en Málaga”

Mª Eugenia Pereiro Barbero
Marzo 2012



1 comentario:

  1. Mª Eugenia, preciosa exposición de nuestra Semana Santa.
    Aunque no se sea creyente, hay que vivir estos actos, sentirlos,y verlos, entonces sí que comprenderán al pueblo andaluz.
    Un abrazo y buen viaje, Maruja.

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