16 noviembre 2010

NO VUELVA USTED MAÑANA, SE LO RESUELVO HOY.

Yo deseaba quedarme al margen en este conflicto y no manifestar mi opinión, sencillamente porque soy parte interesada en el mismo, ya que afecta a personas muy cercanas a mí y a las que quiero.

“Calladita, estás más guapa”, me he venido diciendo a mí misma mientras recibía la información y la opinión de mis familiares a los que atañe directamente el problema. Pero un comentario oído en la radio –el último que sobre este tema me he tenido que “tragar” durante estos meses- ha colmado mi paciencia. Aprovechando la circunstancia, el blog de Amaduma va a servir para liberarme en parte del malestar que he venido acumulando en estos últimos tiempos.

Ustedes se preguntarán cuál es la cuestión a la que me estoy refiriendo y les contesto de inmediato: El conflicto suscitado en Andalucía con los funcionarios. Y yo voy a cometer el “imperdonable error” de defenderles.
Sí, sí, y además romper una lanza a su favor.

Desde que Larra acuñó la famosa frase de “Vuelva usted mañana”, los funcionarios resultan antipáticos. Se les imagina detrás de una ventanilla, con cara de pocos amigos y pidiendo un documento que siempre nos falta y necesitamos acompañar. ( Se nos olvida que es la Administración la que impone los requisitos y no los que los tramitan).

Esta imagen afortunadamente ha quedado ya obsoleta. Las nuevas tecnologías han simplificado notablemente los trámites y en general el funcionario público atiende al usuario de modo correcto e intenta ayudarle a resolver el asunto que le preocupa. Y hace ya tiempo que han desaparecido las famosas “pólizas”, que suponían el escollo final a cualquier gestión.

Por otra parte, la nómina de funcionarios abarca un amplio abanico de profesiones que no son las meramente administrativas. Médicos, jueces, profesores, policías... lo son también.

Los funcionarios de carrera no han logrado su puesto de trabajo en una feria, ni sirviéndose de “enchufes”, ni por mediación divina. Muchas horas de estudio y de esfuerzo para conseguir aprobar una oposición les avalan, ya que la competencia en este terreno suele ser feroz. Se oferta un escaso número de plazas para miles de interesados y los sueldos que ofrece la Administración, no son para “echar cohetes”. Ahí quizá radica precisamente el equilibrio: la seguridad en el empleo por una menor retribución económica.

Y tras estas reflexiones previas, entro de lleno en el tema que me tiene soliviantada. El conflicto que mantienen los trabajadores públicos con la Junta de Andalucía.

He escuchado a mucha gente opinar sin tener idea de lo que hablaban, y como en los tiempos de dificultad se vuelve la mirada irritada hacia el que consideran “privilegiado” porque tiene un trabajo seguro -no así en los de bonanza en que se les mira con cierto desprecio y se les cataloga de “chupatintas”-, voy a intentar arrojar algo de luz sobre este asunto.

En la Comunidad Autónoma Andaluza existen aproximadamente unos veinte mil funcionarios de carrera: los que han aprobado una oposición y reúnen los requisitos exigidos para ejercer el puesto conseguido.

Paralelamente, la Junta de Andalucía ha ido creando a lo largo de estos años distintas Empresas públicas, (Fundaciones, Consorcios, Agencias, etc.), muchas de ellas duplicando las funciones de la Administración, y en las mismas se ha ido colocando a veintitrés mil personas -hay quien sostiene que son muchas más- con mejores retribuciones de las que perciben los propios funcionarios.

En estos momentos de dificultad económica, resulta aconsejable el desmantelamiento de esas Empresas Públicas con el sano propósito de “ahorrar”. Y para ello, la Junta de Andalucía, con el acuerdo de los sindicatos U.G.T y CC.OO, sin contar con el sindicato mayoritario en la función pública el CSIF, y con otros de menor entidad, mediante decreto han acordado que esos veintitrés mil trabajadores pasen a engrosar la nómina de la Comunidad Autónoma. ¿Dónde está el ahorro? Si veinte mil personas eran suficientes para cubrir las necesidades de la Administración Andaluza, ¿qué trabajo van a realizar de ahora en adelante cuarenta y tres mil?

Y es por esto por lo que los funcionarios andaluces se manifestaron ayer, de un modo tan numeroso que ni ellos mismos podían esperar, y lo han hecho sin que ningún sindicato “amarillo” en la sombra, ni ningún partido político haya participado en esta convocatoria; sólo la tremenda “hartura” ante la injusticia que se quiere perpetrar, ha movido a los servidores públicos a movilizarse mediante el “boca a boca” y el “pásalo”.

Admitieron pasivamente la reducción de sus sueldos, pero no están dispuestos a aceptar este nuevo “regalo” envenenado con el que la Junta
quiere obsequiarles. Y lo único que pretenden es no tener que volver mañana a protestar por lo que se quejan hoy.


M.T. Tudea.
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3 comentarios:

  1. Tú sabes, y mis amigos también, que no soy precisamente un "buen amigo" de los funcionarios. Hemos hablado sobre esto y hemos dado por entendido que los hay ejemplares, sí, pero los hay como "mantas" y esos, precisamente esos, son los que aportan la bien ganada fama al resto de los funcionarios.
    Anteayer trataba con Tomás sobre la forma de controlar el rendimiento de los funcipnarios. Si no se consigue controlar esto, estamos perdidos, y además con el inconveniente de que es "para toda la vida".
    Sobre lo demás que hemos hablado, prefiero tratarlo entre nosotros y aclararlo tranquilamente.
    Un beso

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  2. Aún recuerdo allá por los años 70, cuando empecé a tomar mis primeros contactos con la Administración y sus funcionarios, en los que recorrí muchos Ayuntamientos y Organismos Oficiales con mis recién estrenados poderes que me había facilitado la Empresa para que me fueran "bastanteados" y así poder representarla ante estos Estamentos, mis experiencias fueron muchas casi todas decepcinantes y casi ninguna agradables con aquellos funcinaros a los que en algunas ocasiones vi infligir incluso tratos vejatorios a muchas personas, no obstante no podemos encuadrar a todos bajo el mismo patrón iempre hubo algunos fuera de esa generalidad, posteriormente y en el transcurso de los 35 años que duró mi función pude ir observando como iba cambiando la disposición de los mismos, su nivel cultural, académico y educacional fué subiendo y mejorando paulatinamente y hoy en día tanto su trato como su forma de enfrantarse al día a día en la resolución de los problemas que afectan al ciudadano es otra bien distinta a la de aquellos tiemopos pasados. Pero actualmente y al igual que nos ocurre a otros estamentos como puede ser el de los pensionistas no no queda más que "apretarnos el cinturon", esperando nuevos tiempos estemos o no de acuerdo con las circunstancias, a los funcionarios en general les falta saber como se trabaja en la Empresa Privada y de como se lucha cada día por no solamente llevar un sueldo a casa sino como mantener un puesto de trabajo.

    Respecto a la actuación de Gobierno y Sindicatos cabe recordar que aparte de UGT y CCO, tambien existe el CSIF, pero entrar en este tema sería politizar y posiblemente no sea este el mejor espacio para hacerlo, ahora sí podemos hacerlo en "petit comité" y en otro foro más apropiado para este aspecto del problema.

    JGC

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  3. Las oposiciones a funcionarios del estado son libres, y cualquiera que cumpla los requisitos puede presentarse.
    La proporción entre opositor/plaza no es, precisamente, equivalente.
    Es mucho el tiempo que hay que invertir, no siempre sale a la primera y no se trata de aprobar sino estar por encima del corte.
    Aprobar no es un regalo que alguien te dé, sino un mérito al que uno, con sacrificio, ha conseguido.
    ¿Alguien tiene algo en contra de los médicos que han conseguido una plaza en la Seguridad Social?.
    ¿Alguien tiene algo en contra de los profesores (entre los que me incluyo)por haber sacado una plaza en oposición limpia?.
    Hemos cobrado menos que en la empresa privada. Nunca nos hemos opuesto y no lo hemos criticado.
    Lo que no se puede, moralmente, es colarse por la puerta trasera y presentarse en el salón exigiendo quedarse a vivir.
    La puerta de entrada SIEMPRE ha estado abierta a quien quisiera entrar.

    Saludos.

    Tomás

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