Estas reflexiones, convertidas en ripios, están directamente relacionadas con las alumnas/os del Taller de Literatura que durante dos cursos impartió para nosotros el profesor Don Ricardo Redoli de forma magistral. De aquel grupo inicial –que todavía permanece unido- han surgido poetas, escritores, y hasta autores de teatro, a pesar de que no estén considerados como profesionales. Algunos –muy pocos- venían con experiencia a sus espaldas, pero la mayoría éramos novatos, aunque eso sí, con una enorme afición y unas ganas tremendas de aprender.
El resultado de aquel aprendizaje se puede observar en las colaboraciones que aparecen, tanto en diversas revistas – la de Amaduma entre otras-, como en distintos blogs, y, de forma más completa, en el libro que impulsado por el profesor Redoli editó nuestra Universidad con el título de "Experiencias en Creación Literaria".
Y si el profesor ha cambiado la Literatura por la Lengua Francesa ¡vamos a por el Francés! –"magré luí"-, como afirma él mismo. Y es que a falta de pan...¡buenas son tortas!
EL FRANCÉS A PALOS
No entraba en nuestros planes el francés,
mas por seguir los pasos del Maestro,
a dicha clase nos unimos presto,
aún flotando la sombra de un traspiés.
Él llena la pizarra como un rayo,
y la borra y la vuelve a completar,
insiste en la dicción sin un desmayo,
¡hasta incluye en su método el cantar!
Y yo observo a Maruchi desolada,
a Carmen muy metida en el ambiente,
a Celia entre asustada y sonriente,
y a María Eugenia toda despistada.
Maruja es aplicada, persistente,
María está perdida y ¡tan callada!,
Gracia parece bien acomodada,
y Gloria como impávida y ausente.
Amalia siempre atenta y reservada,
José María un tanto displicente,
a Pedro no lo siento ni presente,
y yo, sinceramente, ¡cabreada!
Sobre todo lo estoy con Nicolás,
¿por qué sabiendo tanto quiere más?
El "trío la bencina" lo componen,
tres ángeles de Charlie del revés,
aquellos que a las seis fuerzas reponen,
sus nombres son: Tomás, Ángel y Andrés.
No se me olvidan África y Raquel,
una, la más antigua, otra novata,
he estado a punto de meter la pata,
y dejarlas por fuera del papel.
Al resto de la clase no enumero,
ya que no tengo el gusto de saber,
ni sus nombres siquiera conocer,
y en esto lo segundo es lo primero.
Diré porqué me siento cabreada,
¡aquí juegan con cartas ya marcadas!
El profesor Redoli es quien procura,
aplicando su esfuerzo y su trabajo,
enseñarnos francés casi a destajo,
¡mientras soñamos con literatura!
Más estoy decidida a no rendirme,
e intentar a este carro, al fin, subirme.
Monsieur le professeur, que vous alliez,
Joyeaux, Joyeaux Noel, et bonne année.
MAYTE TUDEA.
17 Diciembre 2009
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Por favor: Se ruega no utilizar palabras soeces ni insultos ni blasfemias, así todo irá sobre ruedas.
Reservado el derecho de admisión para comentarios.