22 mayo 2008

Comida hay, pero a precio de petróleo

"He aquí un consejo desapasionado: para aliviar el hambre en el mundo y reducir los precios, empecemos a comprar alimentos locales y de temporada, hagamos la compra más a menudo y compremos menos, exactamente como hacían nuestros abuelos".

Loretta Napoleoni es economista italiana, autora de Economía canalla







Este recorte de prensa de un artículo de opinión aparecido en El País del día 22 de Mayo, me da pie a reflexionar sobre uno de los problemas más grandes de la Humanidad "EL HAMBRE".



Todos somos conscientes y nadie puede darse por ignorante, del aumento enorme que está sufriendo esta plaga de la humanidad, debido a por un lado la escasez de alimentos disponibles para los países pobres y por otro la tremenda subida de precios que están teniendo los alimentos básicos, especialmente los cereales.



Hoy día, los "deformadores" de opinión, al servicio de las multinacionales de turno, quieren echar la culpa de ambas cosas a la producción de "bio-diesel" a partir de cereales, fundamentalmente los transgénicos, pero la información de los estamentos internacionales de prestigio FAO, ONU, etc., nos dice que esto sólo ha tenido una influencia escasa, del 10%, en la tremenda subida de los precios.



Entonces como se explica éste incremento. En primer lugar a los especuladores y acaparadores, y en esto incluyo a particulares, empresas, gobiernos y estados, que unas veces para hacer subir artificialmente el precio con el objeto de un enriquecimiento ilícito y otras para "joder" al prójimo (me quede tuerto si tu te quedas ciego), acaparan alimentos esenciales en almacenes, barcos, etc., especialmente cereales (trigo, maíz, arroz).



En segundo lugar las multinacionales, Carrefour, Tesco y otras, que por su potencial de compra obligan a los agricultores de muchos países a utilizar el monocultivo extensivo, fundamentalmente trigo, maíz, soja, que pagan a precios de risa en sus orígenes, pero que venden a precio de oro en los mercados ricos de Occidente, entre ellos España.



Además tenemos la globalización, que al tiempo de desarmar fronteras arancelarias en países pobres o emergentes, so pretexto de la libertad de mercado, el FIM como gran responsable de ésta política, permite que Europa, EE.UU., Canadá, etc., subvencionen la producción agrícola en sus países, impongan cuotas a la importación e impidan que los países productores de África y Asia puedan colocar sus productos en estos países en igualdad de condiciones con los nacionales.



Y por último, nosotros, los ciudadanos de los países ricos, que demandamos cada vez más disponer de alimentos frescos durante todo el año, alimentos que no son de temporada en España, los tenemos ahora en los supermercados durante todo el año, sea temporada o no. Y que ocurre con esto, pues que la producción de esos países que debería dirigirse al mercado local es dirigida a la exportación a Occidente dejando a las poblaciones autónomas sin estos alimentos de temporada que solucionaría mucho del problema de hambre que padece el mundo.



En fin, que deberíamos tener muy en cuenta el consejo de que da Loretta Napoleoni, seguro que mejorarían muchos las cosas.



Perchelero



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