12 septiembre 2019

EL DÍA DE LA MARMOTA .

 
EL DÍA DE LA MARMOTA  .


El día 28 de abril pasado se celebraron las últimas -por el momento- elecciones generales en nuestro país. Terminó la primavera, está a punto de acabar el cada vez más caluroso verano y nos encontramos donde estábamos ese día 28 de abril. Sin gobierno. 
 Mientras tanto, se han producido un número importante de acontecimientos, tanto a nivel personal como en el mundo que nos rodea: avances tecnológicos, progresos en el campo de la medicina, fallecimientos de personas famosas o de compañeros apreciados, triunfos o fracasos deportivos y un largo etcétera que abarca toda la diversidad que este complejo universo es capaz de contener.
Y sin embargo, los graves problemas que nos aquejan, tanto a nivel mundial como los específicos de los españoles, continúan en un stand by permanente, repetitivo, que, o bien aburre, o enerva a los que los padecemos.
El cambio climático, el paro, la provisionalidad en el empleo, los bajos salarios, la machaconería independentista, el egocentrismo de muchos políticos –soy buena, no empleo el de todos-, y la amplia lista de temas por resolver a corto, medio y largo plazo se encuentran varados en un banco de lodo del que no parecen interesados en remontar.
Así estamos.  Hoy igual que ayer y probablemente como mañana.  Menos mal que los ciudadanos de a pie nos levantamos, hacemos frente a nuestras tareas y obligaciones y de modo individual o colectivo conseguimos que la maquinaria no se detenga. El país, a pesar de sus dirigentes, sigue funcionando. Lo malo será cuando la indolencia de los que mandan termine por frenar el motor y nos quedemos parados. No hay que ponerse en lo peor, para entonces y rogando a Santa Rita, es posible que tengamos gobierno. Cosas más difíciles se han visto. 


MAYTE TUDEA. 

01 septiembre 2019

VERANO


  VERANO

Se va pasando el verano, con sus días largos y sus noches cortas, que poco a poco se van igualando.

Tiempo para el descanso o el ajetreo de las fiestas y las escapadas veraniegas.

Pero también para la reflexión, pensar en lo que ha sido y lo que será cuando termine.

Aunque los días sean más largos,   el calor, sobre todo en nuestra tierra, nos hace que vivamos más la noche.
Noches malagueñas, suaves, tranquilas cerca del mar, con el arrullo de las olas y el olor de las biznagas.

De pronto una estrella fugaz se lleva un pensamiento y trae otro.

Y se pide un deseo.

Te trae el pensamiento de los momentos felices pasados en esta u otras tierras, solo o en compañía, nostalgia, morriña.

Y con la misma fugacidad de la estrella, se pasa ese pensamiento y aparece otro. Ya no es el pensamiento es el deseo.

Se piensa en el momento que se está viviendo, en lo que de él se disfruta. La noche es apacible y el tiempo pasa suave. Se mira la luna y su desplazamiento nos dice el tiempo que llevamos simplemente estando,  hablando o en silencio.

Y el deseo, que todo siga igual y podamos disfrutarlo.

Verano, por un lado tranquilidad y por otro la música trepidante y el movimiento de los cuerpos jóvenes y no tan jóvenes que llevan dentro el ritmo de la vida. Presente, pasado y futuro.

Verano, alegría contagiosa que flota en el ambiente. Se disfruta de las amistades.

Verano, proyectos de futuro de los que se disfruta con anticipación.

Aún queda verano, no lo dejemos escapar y disfrutemos cada segundo, que la vida es muy bonita y vale la pena vivirla con intensidad.
josé-luis
 

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