31 diciembre 2010

FELICITACION AÑO NUEVO

La Junta Directiva de AMADUMA (Amigos Mayores de la Universidad Malacitana), les desea a todos sus Socios , Amigos y Simpatizantes.



Y queremos brindar con todos vosotros para que dicho año 2011, nos depare dentro de lo posible, un mejor año que el que acabamos de despedir.

He elegido un video con la Marcha Radetzky, para esta entrada de año como es preceptible en este día de Año Nuevo, pero no es de ningún Director reconocido como pudiera ser Karajan, Daniel Barenboim, Lorin Maazel, Georges Prêtre........, para eso ya tenemos a la T.V., espero os guste la elección y la disfruteis viendo la labor que desempeñan profes y educadores.



Las próximas apariciones nuevas que se produzcan en este Blog., ya llevaran fecha del Nuevo Año 2011.


FIESTAS NAVIDEÑAS ¿TRADICION O RITO?

Mayte Tudea.
28-Diciembre-2010

Agnósticos de toda la vida y también muchos creyentes conocen que la tradicional Nochebuena no se corresponde en el calendario con el día del nacimiento de Jesús, ni siquiera con el año que figura en el mismo, y que una gran parte de las festividades cristianas fueron hechas coincidir con diversas celebraciones paganas, supongo que para aprovechar la inercia de lo establecido y no crear confusión entre los recientes fieles o “reconvertidos” a la nueva doctrina.

El creyente pensará: “La fecha es lo menos importante, lo decisivo es la conmemoración”. Y el no creyente arrastrado por la marea de la tradición, y por el sunami del marketing desplegado en estas fechas, se somete también a los mandatos imperativos del consumismo feroz, bien por no disgustar a la familia, por hacer felices a los niños, o sencillamente por no ser considerado un “bicho raro” dentro de la sociedad en la que habita.

Muy pocos son los resistentes o empecinados que intentan nadar contra corriente, y en cualquier caso, vayan a donde vayan, serán indefectiblemente perseguidos por el ritual navideño. Si escuchan la radio no podrán sustraerse a los villancicos, si encienden la televisión les inundarán las imágenes relativas a la fiesta, o las películas cuyos temas tienen que ver con la misma, o los anuncios como aquél de “vuelve, a casa vuelve...por Navidad”.

Y todos nos deseamos a todos felicidad imbuidos por el espíritu de la conciliación, e intentamos ser generosos y hasta un poco mejores. Y esto por supuesto, es bueno, aunque dure poco.

Lo malo de las fiestas es la resaca. Y no me estoy refiriendo a la que provoca el haber ingerido alcohol en exceso –aunque también ocurra esto en muchos casos-, sino a la otra, a la del gasto desmesurado al que habrá que hacer frente cuando llegue el resumen mensual de la tarjeta de crédito, a la “hartura” de tantos alimentos cocinados que por mor de la crisis se intentan aprovechar “recalentando” y a los que se termina aborreciendo, y lo peor, si esto ocurre, a la forzada convivencia de algunos familiares que no se soportan y cuyas diferencias estallan en ocasiones en el momento álgido de la celebración.

Pero todavía no hemos recorrido del todo el largo camino festivo. Faltan Nochevieja, Año Nuevo y el Día de Reyes. Y aún estamos a tiempo de no “insistir” en los errores y contenernos en el gasto en la medida de lo posible.

Y para ello bastaría con que pensáramos que según el INE, el 20,80 por ciento de los españoles vive por debajo del umbral de pobreza relativa, y tres de cada diez familias tienen serios problemas para llegar a fin de mes; por supuesto, éstas no han “sufrido” los problemas relacionados con el exceso en el consumo, en todo caso, sus dificultades habrán sido en sentido contrario, en el de no poder consumir.

Para que las fiestas navideñas respondieran a su auténtico significado, los buenos deseos de estos días no deberían quedar solamente en la superficie de las palabras pronunciadas, y las buenas intenciones tendrían que servir para empedrar el sendero de la solidaridad.

¡BUEN AÑO A TODOS!

CAMPANADAS DE FIESTA, PARA LA REFLEXION EN LA ACCIÓN.

De aquí a muy pocas horas, van a sonar esas doce campanadas que abren la noche a la ilusión de un nuevo día. Y es que hoy, también mañana, son números en el calendario que se adornan con un especial significado, entre todos aquellos que conforman la anualidad. Miramos, reflexivamente, hacia atrás. Necesitamos, de igual forma, observar el horizonte que sobreviene, en ese incierto itinerario o ruta para la vida. Entre el jolgorio dibujado de confetis, canciones y bailes al viento, las copas de cava o sidra adornadas con uvas simbólicas para el deseo, el tráfico intenso de mensajes electrónicos y llamadas para el recuerdo, las bocinas, artificios, corbatas y tacones que acompañan a trajes relucientes para deslumbrar nuestro ego, sé que tu y yo, aquel y el otro, inevitablemente encontraremos un hueco para el pensamiento y observaremos, en silencio, ese atrás que precede a ese adelante en nuestra individualidad compartida. En lo familiar, vecinal, laboral o social.

Un nuevo año ha pasado por nuestra modesta y gran biografía. Y a poco que hagamos un recorrido por los avatares que se han vinculado a nuestras vidas, hallaremos muchas páginas para rellenar con el denso atalaje que encierra el baúl de la memoria. Lo primero que percibimos y sentimos es el agradecimiento por ese trocito de vida que se nos ha permitido disfrutar. Pues otros, cercanos en conocimiento y afecto, ya no están. También otros, muy alejados en nuestros vínculos, famosos por su imagen pública en lo social, iniciaron también ese viaje inescrutable para la eternidad. Muchos llegaron en el natalicio, la fama o en amistad. Pero en principio nos acordamos de esos rostros y expresiones apenas conservadas en fotos, imágenes o en el recuerdo de la intimidad. Es bonito repetir aquello que lo más importante es aquello que hemos sabido darles….. en vida. Tras su viaje indefinido, todas las manifestaciones y escenificaciones miran más a nosotros mismos. Es más importante la amistad, una sonrisa y el cariño en el ayer, que las flores, lamentos y rezos en el mañana.

Junto a las personas, los hechos. Unos que nos afectaron de una forma directa. Otros, más alejados en el perímetro de nuestra influencia e interés. Y tenemos en las alforjas muchos elementos para el haber y el debe. Sencillamente, hay muchas cosas que nos han salido bien y nos permite estar razonablemente satisfechos. Otras, por el contrario, han ensombrecido y nublado la faz de nuestro optimismo. Es lógico. No todo puede salir bien. Sería absurdo considerar que todo nos ha salido mal. Ya en otro artículo supimos dialogar sobre esa ley, o norma no escrita, de las compensaciones en todo periplo o conjunto existencial. Cada uno con sus expectativas y exigencias consigo mismo. También con los demás. Hablamos de las respuestas del entorno. Pero, y nosotros ¿que tipo o naturaleza de generosidad hemos sabido aplicar hacia los demás? Para unos, el vaso estará aún medio vacío. Sin embargo, en otros, ese mismo recipiente será considerado… a rebosar. Todo deriva de las exigencias, ambiciones o puntos para la partida que hayamos estimado para la andadura anual. Mirar hacia atrás es necesario. Para conocer mejor la nueva ruta que debemos o podríamos adoptar. Todos hemos sufrido alguna que otra, y dolorosa, gran decepción. Todos hemos gozado alguna que otra gran alegría. Aprendamos, con serenidad, de aquélla. Administremos, con inteligencia, los réditos de esta otra.

Y mañana, 1 de enero. En un nuevo año que termina en impar. Todos, absolutamente todos, no me cabe la menor duda, esbozamos algunos proyectos o deseos para el cambio. Buscando las mejorías o la modificación necesaria que nos agradaría aplicar. La intención es buena, sin duda. El problema es ser constantes o valientes para emprenderla y persistir en su desarrollo, buscando y hallando razones para “hacer” y no para “abandonar”. Ejemplos hay muchos, citaremos algunos que difícilmente se pueden obviar.

Uno de los primeras propuestas para el cambio es mejorar el tono general de nuestro organismo. Esos gramos, que nuestra cintura o piernas acumulan por la práctica letal de lo sedentario, habría que intentar reducirlos. Con más deporte o el simple hábito de andar para el disfrutar. Y, de manera correlativa, equilibrando mejor nuestra ingesta, donde está el origen de la más escandalosa y patente obesidad o sobrepeso. Y pasamos revista al alcohol, a los dulces, al tabaco y a las grasas que escaso bien nos proporcionan, especialmente cuando abusamos y no “quemamos” los desequilibrios. Y esa bicicleta que dormita en nuestro trastero habría que comenzar a despertarla pues mucho bien nos va a deparar su práctica y uso. Al menos una vez, en lo semanal. Y también un día para el nado, cuya práctica es beneficio y salud para mejorar el tono mental y físico.

Para otros serán los idiomas, objetivo mil veces proyectado y otras tantas relajado, pues la constancia debe ser ley motivadora en el cambio. Eso de comunicar in English se ha puesto tan de moda que, para muchas personas adultas, es una asignatura pendiente que algún día habría que aprobar. En realidad ya es importante entender rótulos y textos, más o menos complejos, en el idioma británico. Entenderlo al escuchar y hablarlo, ya es más complicado. Pero por algo habrá que empezar. Aunque muchos consideremos que es una lengua de “bárbaros” (…desde un punto de vista gramatical….) sería una barbaridad mayor la intolerancia hacia su uso y “disfrute”. Debo aclarar, para los que en este punto esbozan una peculiar sonrisa, que el concepto histórico de “bárbaros” era el de aquellos pueblos que vivían fuera del “limes” o frontera del Imperio Romano. Aunque no pocas de sus costumbres eran, en sumo, rudas o “bárbaras”, no lo eran menos algunos de los hábitos empleados por los dirigentes del Imperio Latino.

Uno de los proyectos o cambios más interesantes y sugerentes es cuando pensamos y asumimos que no vivimos solos. Que hay otros muchos seres que necesitan, en la medida de nuestras posibilidades, atención y solidaridad. Por supuesto que no es fácil llevarlo a cabo, dada la época de individualismo egoísta que nos aturde y domina, pero por intentarlo no ha de quedar. Siendo humildes en el proyecto y sencillos en la acción para no hacer imposible o inviable la realidad. Y, en este mismo contexto, probablemente todos tenemos rupturas y desencuentros en la memoria y en el corazón. Algunas manifiestamente irrecuperables. Pero puede haber otras, con un atisbo para la esperanza, que posibilite la floración en esa relación perdida. Ahora mismo estoy recordando, cuando comentaba con mis alumnos en tutoría, al llegar las semanas previas a las vacaciones de Navidad, en qué actividades podrían aplicar su amplio tiempo disponible. Una de las posibilidades, entre más de treinta objetivos realizables, era tratar de recuperar esa amistad perdida que muchos podemos tener en nuestra alma y conciencia. Con voluntad y generosidad.

Es evidente que a cada uno de nosotros le afectan unas circunstancias específicas que condicionan, como no podía ser de otra manera, su predisposición hacia ese cambio que se hace aconsejable en esta transición de anualidad. Por eso no resulta fácil seguir concretizando acerca de algunos objetivos que te pones como reto, en estas fechas tan especiales por las leyes de la cronología (podría añadirse, de igual forma, la señal meteorológica, elemento que ayuda a esta clasificación anual). Sí querría referirme a una razonable e inteligente consideración para el cambio. Concretamente, la hipervaloración que hacemos sobre unos problemas que no resultan tan importantes en la realidad objetiva. Parece que es de común acuerdo la trascendencia que concedemos a dificultades o inconveniencias que resultan más que usuales en la vida y que solemos exagerarlas y potenciarlas hasta no poder evitar que nos afecten, de manera desmesurada, hasta llegar incluso a estados que lindan con lo patológico. En lo anímico y, a veces, para nuestra estructura somática. Dicho de otra forma, aunque creo expresarlo con gran nitidez, le damos demasiada importancia a lo que solo son pequeños reveses, desencuentros o frustraciones, perfectamente asumibles en el discurrir de los días. En vez de hallar soluciones a fin de paliar, superar o modificar esas situaciones que percibimos y sufrimos como adversas, hacemos un mundo de las mismas y dejamos que nos afecten e inmovilicen en lo que debía ser una reacción de recursos para la superación de las mismas. Tras analizar, con la mejor frialdad y equilibrio, el origen y desarrollo de esos problemas, habría que echar mano de buena voluntad en la búsqueda de soluciones que resuelvan o nos permita paliar esas adversidades que nos afectan. Ante la dificultad, el reto de la superación. Y la primera medida al respecto no puede ser otra que tratar de relativizar la significación de un problema que está pidiendo, a voces, valentía para afrontarlo y superarlo. Desde luego hay cuestiones que no resulta fácil su tratamiento y solución. Pero, incluso en el campo de la medicina, siempre hay caminos para tratar de no inmovilizarnos o deprimirnos ante la adversidad. No hagamos un problema más grande de lo que realmente es. No olvidemos que hay adversidades más lacerantes ante la magnitud real de aquello que puntualmente nos afecta. No es que preconice el pasotismo. Sí que busquemos, racionalmente, la dimensión exacta de la adversidad y luchemos por superarla. Así nos sentiremos mucho, mucho mejor.

Y en esta fecha en que la noche y el día se hermanan al alba del amanecer, nunca mejor que ese paseo por la naturaleza del mar en la montaña y el cariño en el corazón. Compartir un trocito de lectura con nuestra conciencia sosegada y, tal vez, esa llamada, correo o comunicación que despertará la sonrisa sobre la flaqueza en lo humano. Un nuevo año comienza, y atrás ya quedan alegrías, ilusiones y decepciones. Consideremos el blanco, el verde y el azul. Porque….. siempre nos quedará el oleaje y aroma del mar, la pureza natural de la bondad, junto a la fuerza incontenible y dinamizadora de la esperanza.-


José L. Casado Toro (viernes 31 diciembre 2010)
Profesor.
http://www.jlcasadot.blogspot.com/

EL MITO DEL “DIÁLOGO”.


En bálsamo de Fierabrás, curalotodo, multifunción, se ha convertido el “diálogo”.
“Estamos dialogando” – dicen. Y todos lo consideran como solución a los problemas.
Pero aquí hay un malentendido, porque una cosa es el “diálogo” y otra muy distinta es la “negociación”,
Pero, además, ocurre que, en general, se “dialoga” con los amigos, pero con lo enemigos o con los adversarios se “negocia”.
Peor aún, se puede dialogar con los adversarios y negociar con ellos cuando todos salen beneficiados por la negociación.

Por ejemplo, nuestros parlamentarios, que han dialogado (había poco que dialogar) y han negociado y aprobado, al momento, no sólo sus sueldos y dietas, sino también sus altas pensiones de jubilación en tan bajos años de cotización.
Como es bueno para “todos” ellos, rápidamente han firmado el acuerdo, y a los demás, a los no parlamentarios, que coticen 35 años para cobrar el 100% de su pensión, (porque si sólo llevan 15 años cotizados cobrarán la pensión más baja, 587 euros (o 725 si tiene cónyuge sin renta) ) y cuya pensión de jubilación será acorde a su cotización. No como ellos que con sólo 11 años de estar, muchos de ellos, calentando un cómodo sillón cobrarán el 100 %.
Nuestros parlamentarios, en un diálogo cordial y una negociación amistosa (como debe ser) han blindado sus pensiones.
¿Que sólo llevan 7 años de parlamentarios?, pues el 80%.
¿Que sólo llevan 9?, pues el 90%.
Y si llegan a 11, el 100 %.

El sueldo mínimo de cualquier congresista “raso” español es de 2.918, 64 Euros/mes.
A lo que hay que añadir un “extra mensual neto” por gastos de mantenimiento y manutención, que oscila entre 1.702,59 euros para los que viven fuera de Madrid y los 812,68 euros para los elegidos por Madrid.

No quiero añadir lo que cobran secretarios, portavoces, adjuntos, presidentes de comisiones, comisionados…

Hay un clamor popular contra esta desfachatez, contra la inútil cámara del Senado, contra los parlamentos autonómicos, contra los sueldos de cualquier alcalde de pueblo…. Y todo eso “con la que está cayendo”.

Me llegan, a diario, e-mails de indignación.

Dialogar por dialogar es un ejercicio grato para los dialogantes, como hago yo todos los días con mis amigos.
Pero ¿Negociar?

Se sobreentiende que “negociar” es un pulso entre partes enfrentadas, donde cada parte quiere sacar tajada. No es un intercambio de argumentos, es querer llevarse el trozo mayor de la tarta.
No se negocia para determinar quién pone más bombillas para que se beneficie más gente, sino quien elimina menos bombillas para que ilumine a los suyos más que a los otros.

El caso de nuestros parlamentarios es original, se dialoga como “amigos” y se negocia a la alta porque “todos ellos” van a salir beneficiados de la negociación.

¿Puede dialogarse con los terroristas, con los corruptos, con los defraudadores, con los criminales, con los violadores, con los maltratadores, con los “chorizos”…?
-NO.
-¿Por qué No?
- Porque dialogar supone aceptar una base común de valores, algo que no ocurre con todo este tipo de gente.

Si yo parto de que el valor de una mujer es igual al valor de un varón, que son iguales como personas, y no desiguales, aunque sean distintos y no idénticos y tú partes de que la mujer es inferior al varón, o una propiedad del varón y por tanto “la maté porque era mía”. ¿Qué “diálogo” puede haber entre nosotros?. Cuanto menos “negociación”.

Cuando veo en la prensa las declaraciones de “un tal Blázquez”, sobre la “generosidad” que tendrá la democracia para los terroristas si prometen ser buenos…?
¿También para los maltratadores, los violadores,… si prometen que….?
¿Pero qué está diciendo este señor?.
Que le perdone él sus pecados, si se arrepienten, pero ¿los delitos?. Los delitos son una deuda que, siempre, todo delincuente debe saldar con la sociedad.

Kant decía que si un condenado cumplía su condena, impuesta por un juez, podía salir con la cabeza muy alta y presentarse en sociedad y poder decirles a todos: “soy igual que vosotros. Yo fui condenado a pagar y he pagado. Vosotros no teníais que parar nada porque nada ilegal habíais hecho. Estamos iguales. Estamos a 0.

Pero ¿y los casi 1.000 asesinados, y los desfalcos, y los robos, y las comisiones ilegales, y…. sea Marbella, Valencia, Sevilla, Castellón,…?.

Sólo, después de saldar sus deudas, pueden presentarse en sociedad y decir, con la cabeza muy alta, lo que decía Kant, pero no antes.


Tomás Morales Cañedo
-(Filósofo)

30 diciembre 2010

SI TIENES NARICES....... HAZ ESTE CAMINO, LE LLAMAN EL CAMINITO DEL REY

IMPRESIONANTE...

Alfonso XIII pasó por aquí cuando abrió las reservas de agua del embalse y este suceso dio nombre al camino: 'El Camino del Rey' , es una senda aérea construida en las paredes del Desfiladero de los Gaitanes en El Chorro. que cuenta con largos tramos y con una anchura de apenas 1 m., y tiene hasta 400 metros de profundidad.

Desafortunadamente esta cerrado desde 1992 a causa de peligro por su mal estado.

En el año 1999 y 2000, se produjeron varios accidentes mortales que costaron la vida a cuatro excursionistas, por lo que la Junta de Andalucía, para evitar más desgracias decidió cerrar los accesos al camino, demoliendo su sección inicial a fin de evitar el paso de los visitantes.

Actualmente está decretada la imposición de una multa de 6.000 al que circule por el Caminito del Rey

Sobretodo, hay que destacar que impresiona la forma en la que se ha hecho este video, puesto que muestra de forma real el recorrido por la montaña, como si lo estuvieras haciendo tu mismo, la persona que graba el video sujeta la cámara muy bien, enfocando el camino a seguir, y las vistas impresionantes, de esta manera el espectador siente como si el mismo caminara por la ruta.



WebIslam

Como ampliación a este e-mail que hemos recibido en el que se adjunta el video anterior, habría que añadir el que actualmente la Diputación de Málaga ha dado un impulso al proyecto de rehabilitación de este maravilloso entorno, que tendrá un coste de algo más de 8 millones de Euros y un plazo de ejecución de tres años a contar del próximo año 2011, según ha anunciado el presidente de dicho estamento D. Salvador Pendón en declaraciones hechas el pasado día 15-12-2010, anunciando también la posibilidad de que el tren vuelva a recorrer el desfiladero de los Gaitanes, así mismo como el habilitar el antiguo apeadero del Coscojal.

Como nota nostalgica ahí van dos fotos de cuando anduve por esos parajes allá por los principios de los años 60.









En el siguiente enlace puede verse una detallada historia sobre el lugar :

Joaquín G.


ANTE LA YA PRÓXIMA NAVIDAD, CON LA PRIMERA EVALUACION ESCOLAR

Son numerosas las calles que, de manera especial aquellas que urbanizan el organismo central de la ciudad, se ven ya sobreiluminadas a partir de la caída de la tarde. Luces que se afanan por transmitir alegría, unión familiar y esas conmemoraciones de fundamento religioso que acompañan al cambio de anualidad. Este año, la iluminación navideña potencia la utilización de los puntos led (light emitting diode, diodos emisores de luz) que facilita el ahorro energético e incrementa la seguridad y duración de las “lámparas”. Personalmente, percibo los variados cromatismos de este sistema como algo más frío sobre las bombillas tradicionales, aunque técnicamente los lúmenes no sean muy diferentes en su intensidad. Es lo mismo que sientes cuando en pantalla se proyecta una película en soporte digital. Se verá igual o mejor, según criterios, pero todavía no alcanza, según mi percepción, el sabor del viejo celuloide, con sus 35 mms por fotograma de cinta.

La llegada del sonido de la lluvia, y el descenso del mercurio en los termómetros, facilita algo de credibilidad para este otoño que, a poco, aún vestía con ropajes de primavera cuando ya está en puertas de entregar el testigo meteorológico a la estación invernal. Esos puestos callejeros, con humareda teñida de blanco y con el aroma inconfundible de castañas asadas, perdían el atrezo de la ubicación cronológica, visitados por el apetito gozoso de personas en mangas de camisa y zapatillas de verano. Ahora ya existe una mayor sincronía con la temporalidad dictada por el almanaque. Los puestos del Parque malacitano, guarnecidos por esa legión de palmeras, ofertan sus productos, destacando las figuritas del Nacimiento, los artículos para bromas variadas, los adornos para el árbol de los regalos, las bolsas con los confetis de cotillón y artesanías varias, para gusto y disfrute de la práctica lúdica del comprar y el regalar. Los macrocentros comerciales pueblan sus estanterías y expositores con suculenta mercancía alimenticia, peligrosa para el mantenimiento de los centímetros de cintura elegidos por cada cual, y con áreas dedicadas a las “ciudad de los juguetes” para sonrisas ilusionadas de mayores que son niños y de críos que se asombran ante el ingenio mágico de las cajas que los atesoran. Es una atmósfera bien conseguida que hermana a los alfajores y turrones con la última novedad en juegos, por supuesto de electrónica informatizada, y un sin fin de peluches y muñecas que “hablan, ríen, lloran, se alimentan y orinan” como pequeñas figuras robotizadas que degradan y empobrecen la creatividad imaginativa de la mente infantil. Tiempo habrá de comentar, en un futuro artículo, acerca del mundo de los juguetes que, por su importancia, deberá tener el privilegio de la individualidad analítica. Y el sentimiento acústico de la música, que ennoblece con alegría el espíritu de tantas voluntades.
Pero, ya en estas primeras semanas de diciembre, un cíclico fenómeno, que inquieta y atrae, ilusiona y atemoriza, aturde y estimula, recorre colegios, institutos, escuelas y hogares familiares. La primera evaluación, de las tres que suelen estructurar el curso académico, se acerca de forma inevitable para el esfuerzo y reflexión de sus dos más avalados protagonistas. Alumnos y Profesores.

Desde que a comienzos de septiembre los distintos departamentos didácticos fueron preparando la programación de todo un curso académico, se inició un largo proceso de enseñanza y aprendizaje que tendrá su culminación ya en las primeras semanas de la estación veraniega. Nos hallamos, durante estos días, culminando la primera fase de ese trabajo compartido en las aulas, con el complemento necesario de las horas de estudio vinculadas al ámbito familiar. Los Profesores, enseñando, educando y motivando, con dedicación, preparación, competencia y autoridad. Los alumnos, aprendiendo, ejercitando, sugiriendo, con esfuerzo, disciplina, y organización. Ambos agentes, con ilusión, entrega y responsabilidad. Y las familias. Colaborando en esa formación de los más jóvenes, con su comprensión, estabilidad, exigencia y ayuda global. Tampoco nos podemos olvidar de un cuarto e importante agente en todo este contexto. La normativa de organización educativa, establecida por la Consejería de Educación. Principalmente con un espíritu y realidad legislativa que potencie el esfuerzo y facilite los medios más idóneos y versátiles que permitan el mayor éxito en el servicio educativo a la colectividad. Y tras estos cuatro agentes de implicación directa en el taller educativo nacional, la propia sociedad en su conjunto, con su sistema jerárquico de positivos valores que sustentan el estilo y las formas de tantas decisiones y actitudes que repercuten en lo más íntimo de las diferentes comunidades formativas, ya sean colegios, institutos, universidades u otros centros de preparación profesional.

Sí, desde luego es un planteamiento un tanto idílico ¿verdad? Pero es que estamos en la plataforma ideal de la teoría. A nadie se le oculta la puntual realidad de esa práctica diaria, en la que el “debe ser” se aleja, en diferentes grados y de forma lamentable, de lo que ciertamente “es”.

Cuando se habla de evaluación, se analizan primordialmente los resultados obtenidos por los alumnos en sus boletines de calificación escolar. Porcentajes, datos sectoriales, avances, retrocesos, conocimientos, actitudes y competencias. En las tres fases temporales de la Navidad, Semana Santa y solsticio veraniego. Y creo que, haciéndolo así, deriva en un planteamiento limitativo, parcial y descompensado, en esa estructura interdependiente de factores, hechos y consecuencias para el servicio y nivel educativo de un país. En estos gélidos y fraternales días, se procede a desarrollar la evaluación de los alumnos. Pero ¿Y los Profesores? ¿Y las familias? ¿Y la Administración educativa? ¿Y la Sociedad, en su conjunto? Parece coherente en justicia equitativa que esos otros cuatro agentes deberían atender a la responsabilidad que les compete en la concreción, exitosa o negativa, de los dígitos en los boletines correspondientes de “notas”. Probablemente, algunos o muchos de estos agentes, así lo hagan. Allá cada uno con su conciencia. Pero el problema real es que no todos lo lleven a la práctica. Cuando, ese jueves 23 de diciembre, niños y jóvenes entreguen a sus padres y tutores familiares los boletines de calificación de la 1ª evaluación, debería haber otras hojas adjuntas en las que el resto de agentes educativos también recibieran esos dígitos aprobatorios o deficitarios de la gestión realizada en el ámbito de su competencia, individual o colectiva.

El que estas líneas suscribe, ha asistido y protagonizado muchas sesiones de evaluación. De forma especial, en el ejercicio de mi cargo de Profesor tutor en un grupo de alumnos. En esas tres décadas y media de ejercicio docente, he vivido estas juntas de evaluación con el interés propio de esa oportunidad inestimable de analizar tantos y tantos factores que intervenían en la formación de los afectos alumnos que me correspondían. Como tutor me gustaba, y entendía imprescindible, preparar de la mejor forma estas sesiones en las que me reunía con los compañeros del equipo educativo o docente. Solía entregar un dossier de trabajo, en el que básicamente aparecían los siguientes apartados vinculados al grupo que tutorizaba.


0. Curso y Grupo. Número y fecha de evaluación.
1. Listado de Profesores y Materias correspondientes al grupo tutorial.
2. Equipo delegado de Grupo.
3. Datos previos para la caracterización académica grupal (materias pendientes de cursos anteriores, repeticiones de curso, para cada uno de los alumnos. Datos porcentuales.
4. Resumen estadístico de la proyección profesional para la que optan los alumnos en el futuro.
5. Resumen estadístico de las principales dificultades que encuentran para rendir en el estudio.
6. Resumen acerca de lo que más les agrada de su Instituto.
7. Resumen de lo que consideran necesario cambiar en su IES.
8. Listado de alumnos con las materias insuficientes a recuperar por cada uno de los mismos.
9. Estadística de resultados globales (0 INS; 1 INS; 2 INS; 3 INS; 4 y más INS.
10. Resumen estadístico, número y porcentaje, de insuficientes por materias.
11. Alumnos con el mayor número de días injustificados de asistencia escolar.
12. Alumnos con partes de incidencia disciplinaria, con las fechas y los Profesores que firmaron los correspondientes partes.
13. Alumnos sancionados con la expulsión temporal. Se anotan las fechas de los períodos o días de expulsión-
14. Entrevistas individuales con los alumnos y la fecha de su realización.
15. Principales aspectos tratados en dichas entrevistas personales.
16. Resumen/informe de la Reunión Colectiva con los padres de alumnos.
17. Entrevistas individuales realizadas con los tutores familiares, detallando alumno y fecha.
18. Descripción y fecha de las actividades realizadas en la hora de tutoria colectiva.
19. Actividades extraescolares en las que el Grupo ha participado.
20. Consideraciones del Profesor tutor, previas al desarrollo de la Junta evaluadora. Análisis, sugerencias, alumnos con un nivel curricular más deficitario con respecto a la media grupal.
21. Espacio dedicado al resumen de los acuerdos adoptados por la Junta evaluadora.
22. ………………………………………………………………………………..

Era bastante útil comenzar a trabajar con el contenido que facilitaba esta aportación documental. Bien es verdad que no pocos de estos supuestos podían quedar modificados, y ampliados, durante el desarrollo de esos treinta-sesenta minutos en que duraba la sesión. Para los informes de la 2ª y 3ª (final) evaluación, se ampliaban algunos de estos apartados, buscando especialmente el contrate porcentual de resultados, tanto en su avance como en el retroceso de los mismos. Anotar y llevar a la práctica las conclusiones y sugerencias de los compañeros intervinientes era una acción obvia por parte del responsable coordinador del grupo escolar. Algo que siempre he defendido es que los boletines de calificaciones lleven un apartado expreso donde los tutores familiares puedan escribir sus comentarios, aportaciones y peticiones, contenido de especial importancia para el trabajo de todos los Profesores y, especialmente, para quien ejerce la tutoria.

He buscado siempre crear una atmósfera de intensidad afectiva para ese momento especial de la entrega de notas. Habría que hacerlo en el aula de clase, ya que no me parece adecuado cumplir ese hermoso y afectivo trámite en medio de un gélido pasillo. Les explicaba, de forma breve, lo que significaba ese documento impreso con los resultados de cada uno de los alumnos y, por supuesto, lo introducía en un sobre bien rotulado al efecto. En ocasiones asistían algunos padres que compartían con sus hijos tan emblemático momento. Unas palabras de buenos deseos y consejos para las breves vacaciones que llegaban, saludos para sus padres y a ellos un estrechón de manos o el beso fraternal correspondiente. Solía ser un encuentro muy entrañable y, ahora en Navidad, con el aula de clase decorada en sencillez y alegría con el esfuerzo de todos sus moradores.

Podríamos seguir hablando del significado de una evaluación. Pero, ya para terminar este artículo, quiero hacer referencia a esa muchas personas que no se sienten muy a gusto con las fiestas de Navidad. Suelen explicar su reducido afecto a estas fechas con argumento muy diferentes y, por supuesto, de la máxima respetabilidad. Recuerdos de familiares ausentes; el consumismo material exagerado que provocan; el artificio expresivo que conllevan, dado el dramatismo vivencial de una parte sustancial de la Humanidad; etc. De todas formas, van a ser unos días en las que nos acordaremos de muchas seres que han intervenido, y participan, en la conformación de nuestra personalidad. Nos intercambiaremos palabras amables y cariñosas. Destacaremos el valor de una sonrisa y el sentido de una mirada que se torna infantil para todos. Se avanzará en la senda de lo fraternal y la palabra amistad dejará de ser un vocablo. Florecerá, de cada una de sus letras, un ramillete de ilusiones, esperanza y generosidad.-


José L. Casado Toro (viernes 10 diciembre 2010)
Profesor
http://www.jlcasadot.blogspot.com/


29 diciembre 2010

C.N.N.+ y G.H. 12


Siempre creí que era una inocentada anunciada, pero ya pasó el 28. Esto va en serio.
C.N.N.+, la cadena de “Información las 24 horas”, desaparece tras casi 12 años de emisión.
Su lema era; “Está pasando, lo estás viendo”.
Para mí tres programas fundamentales: 1.- “La mañana en directo”. 2.- “Cara a cara: la tarde en directo”, 3.- “Hoy”.
Periodistas tan acreditados y tan creíbles como Antonio San José, José María Calleja e Iñaki Gabilondo.

Pues cierra y desaparece, y, en su lugar, Gran Hermano 12.

¡Toma castañas, Pedrín”.

Estos grandes pesos de la información, de las entrevistas, de los comentarios, de la reflexión (¿vieron, Uds. la reflexión de Iñaki Gabilondo sobre la situación de la enseñanza en España, tras el Informe P.I.S.A.?. No pueden decirse las cosas más claras en tan poco tiempo), sustituidos por la gaditana CHARI “cuyo apetito sexual no se sacia fácilmente” y “que trabaja de noche y es visitante asidua del gimnasio”, y por DÁMASO, el exseminarista coplero, en las juventudes del P.P. y al que le encanta Manolo Escobar, y por la rubia LYDIA NAVARRO, “la niña de papi, papi” y que a los diecisiete años hizo que su hija tuviera otro papy pero que es el primer papy el que la saca de apuros, y el granadino ÓSCAR, el cachas, modelo publicitario y que es copropietario de un bar de copas, y por FLOR, la argentina-madrileña, “consentida, mimada y caprichosa” –según se define ella…. (y así hasta 12 ejemplares).

De la cátedra de una cultura múltiple y variada, de una comunidad cultural, a un zoo humano, de especímenes seleccionados, a los que no quiero añadirles el calificativo de la diferencia específica aristotélica por no herir a mi perro.

De la cultura al espectáculo, asistiendo en directo, 24 horas, a los rituales de cortejo, defensa del territorio, exhibición de plumaje atrayente para la hembra, para ver quién se la/lo lleva al huerto y terminar en el polvo salvaje.

De la cocina de manjar exquisito al chiringuito de la bazofia.
De la presencia de personas formadas y maduras, serias, las que corresponderían a una nación seria, a la exhibición de cuerpos jóvenes y de gestos desenfadados, no con lagunas, sino con océanos de incultura.

Ya lo dice el refrán,”con tanta mosca, tiene que haber mucha mierda” o “la miel no está hecha para la boca del asno”. Y veremos a millones de personas, en la tele, asistiendo, en directo, a cómo duerme Lydia o como no sabe freír un huevo Dámaso.

¡Esto sí que pone¡. ¡Esto sí que es guay¡. ¿Para qué sirve tánto saber?.

A mí no me extraña que cuando la madre le preguntó a su niña qué quería ser de mayor, la niña le respondiera: “puta”, “para salir en la tele y ganar mucho dinero”.

Ponemos todas las condiciones y luego nos quejamos de las consecuencias. Asentamos las causas y luego nos quejamos de los efectos.
¿Qué pueden salir de esos polvos sino lodos?

La levadura formativa desplazada por los mazacotes de masa. No es la “Rebelión de las masas” es el “enaltecimiento de la misma”.

El panal de rica miel sustituido por el avispero o por el agujero de arañas. Las productivas abejas desbancadas por las moscas crápulas cojoneras.

La Academia de la cultura sustituida por el zoo de la casa de Guadalix de la Sierra, con millones de mirones entretenidos en arrimar el ascua a la sardina de Chari, en arrimar el hombro al luchador de sumo, o en desviar el agua al molino de Flor.

¡Qué programa mas guay y no el pesado de Hoy o el Cara a cara¡.

¡Que viva España y la República independiente de la casa de Guadalix de la Sierra¡

Tomás Morales Cañedo
(Filosofo)


25 diciembre 2010

COMIDA DE NAVIDAD

Mayte Tudea.
20-Diciembre-2010

En Amaduma hemos venido celebrando desde los comienzos, en todas las fechas navideñas y también en la finalización de los cursos, una comida de fraternidad y compañerismo que nos permite reunirnos a cuantos socios lo desean, y disfrutar de este modo de unas horas agradables alrededor de buenos alimentos y de la mejor compañía.

Este año ha tenido lugar la misma en el Hotel Barceló, en un ambiente selecto y acogedor. Una magnífica comida, un estupendo servicio, y un entorno agradable nos permitió cumplir con la tradición. Hubo como siempre una rifa en recuerdo y como colaboración con las personas más necesitadas, y como siempre también los asociados mostraron su generosidad.

Amaduma ha querido financiar una parte de dicho almuerzo con el deseo de agradecer a sus miembros su fidelidad y su participación en las actividades que desde la Asociación realizamos.

Joaquín colaboró en el evento, e inmortalizó con su cámara muchos de los momentos del mismo.



Nota de Joaquín : Las fotos y los momentos que cita Mayte en el párrafo anterior podeis verlas y descargar las que os interesen en el siguiente enlace : COMIDA DE AMADUMA NAVIDAD 2010.

Entre tantas fotos por supuesto hay algunas que están movidillas, algunas mejores, otras peores, pero al fin y al cabo hay para entretenerse y tener un recuerdo de este día, saludos a todos y FELICIDADES.



24 diciembre 2010

LA DECISIÓN DE CUATRO MUJERES, PARA UN MAÑANA QUE NECESITAN CAMBIAR

Inés, Antonia, Marian y Mónica. Me gustaría dialogar con vosotras. ¿Me lo permitís? Sí, ya sé que puede ser un tanto inoportuno o improcedente, pues nuestro conocimiento ha sido breve. Fugaz, dirían otros, para la inmensidad del impasible minutero. Pero, ya que el azar ha hecho posible nuestro encuentro, intentaré describir cómo os percibo desde esta burbuja anónima que nos permite protagonizar los vaivenes de la existencia. Antes de nada, tengo que agradeceros vuestra verdad. En esta tarde de otoño me habéis mostrado ese algo íntimo, psicológico, que atañe a la privacidad. Y os tengo que compensar, de alguna forma, con mi percepción. Sé que la estáis esperando. Pues, tranquilas. No ha de tardar. Con respeto y algo de afecto, muy cerca ya, la podéis encontrar. Ahora mismo llueve tras los cristales. Siento la intimidad de una tarde en otoño; una atmósfera que debilita su luz; hace algo de frío y aquí os entrego, con el atrezo de las palabras, un breve diálogo para la reflexión.

Primero, fuiste tú Inés quien se cruzó en la retina de mi atención. Eres una apuesta mujer independiente, que apenas inicias la madurez de los cuarenta. Vives sola, pero compartes con tu pareja los momentos de sosiego para el goce de la sensualidad. En tu empresa eres necesitada y valorada. Te lo has sabido ganar con dedicación y entrega. Tienes una madre que sufre la soledad compartida, de esa postrer etapa, en una cómoda, pero fría, residencia para su avanzada edad. Debes ser su única hija, en la que centra sus reproches para la ansiedad de un mañana que nublará de oscuro su caminar. Y hoy has conocido ese embarazo imprevisto. Puede ser una de tus últimas oportunidades para conseguir esa maternidad que se va escapando en tu vida, por esos avatares que nadie sabría explicar. Tienes miedo y atracción a esa maravillosa experiencia que se complica por el rechazo de Julio, ante la previsible alteración de su comodidad egoísta. Para colmo, tu madre te regala esas crueles e injustas palabras de que “ya no tienes edad para gestar un hijo”. ¿Qué hacer? ¿Qué decisión tomarás? La verdad es que eres muy agraciada, tanto en lo social como en el físico. Morena, alta, de ojos castaños y un ágil cuerpo para goce de lo natural. Y esas frías palabras en tu jefe, de “no me hagas esto, Inés”, suenan desalentadoras. Es que este compañero sólo atiende a su interés empresarial. Ya en el taxi, un vehículo se salta el stop y te han de trasladar con urgencia al hospital. Menos mal que una doctora te muestra en pantalla la ecografía de una pequeñísima vida que aún late para tu felicidad. Estás ya de cuatro semanas. Puede que no haya otra posibilidad en tu vida. Habrás de tomar una importante decisión, en la orfandad incomprendida de esas personas que te vinculan. Tu pareja, tu madre, ese jefe. Pero es tu valentía la fuerza que has de sustentar. Te duele y molesta la inmovilidad del cuello. Ahora te observo serena, pensativa, postrada con ese collarín teñido de blanco en una desangelada cama de hospital. Reitero que ha sido un placer conocerte. Es admirable tu sosiego y afectividad, en esas palabras que te he visto cruzar con la joven Mónica pero eso, más tarde, lo habré de aclarar.

¡Hola, Antonia! Atraviesas esa fase de tu viaje cronológico en el que tu único hijo ya remonta el vuelo de su estimulante juventud. Y caes en la cuenta de que hay más infelicidad que potencia ilusionada en tu vida. Esa mirada dulce, pero dibujada de tristeza, que me regalas en tu semblante, necesita hablar, gritar si cabe, aunque los motivos no serían asumidos por el entorno social. Tu vida es muy estable, para los demás, y sin embargo vacía del afecto verdadero que dé sentido profundo a tu sensibilidad. Cuando dejas a tu marido en la sorpresa, con su indignación virulenta en lo verbal, te acercas a él, le acaricias la cara y le dices, con palabras silenciosas, algo así como “no tengo motivos que reprocharte”. Ese amor de juventud que has reencontrado, ahora que te acercas a la segunda madurez de los sesenta, te pide recorrer juntos el trozo de vida que en aquella situación de vuestra juventud no pudo hacerse realidad. No tienes profundos motivos para abandonar el hogar familiar, donde dos hombres quedan solos ante la cruel incredulidad. Pero necesitas incentivar tu existencia con ese idealizado amor que en este día otoñal has vuelto a revivir. Tus ojos entristecidos por la rutina de la estabilidad me hablan y demandan algo de comprensión ante una decisión que no es fácil, te lo aseguro, aceptar. He de confesarte que esa carrera ante la huida de tu hijo Raúl, cuando le confiesas la decisión que has adoptado, la percibí algo ridícula. Ya lo sé… resulta algo cruel comparar el físico de la normalidad (obeso, calvo, ojos asaltonados, timbre plano en su voz) con la imagen perfilada de la renovación (apuesto en su agilidad, encanecido pero de abundante cabello, modales exquisitos, romanticismo, sexo, París, ilusión…. novedad). Ese par de maletas viajeras, que me has dejado ver en la puerta de casa, te acompañarán para una decisión en la que el egoísmo ha podido vencer, una vez más, a la responsabilidad de apellidos monótonos. Será Raúl quien, a la postre, mejor lo sobrelleva. La juventud de su naturaleza la ha de vivir en plenitud, tal vez con Mónica. Pero eso, más tarde, también lo habré de aclarar.

Marian. Confieso que me gusta mucho tu nombre. Eres frágil de cuerpo, ternura en la mirada y posees un rostro angelical que me hace viajar a la pureza mitológica del clasicismo. En este día de nuestro encuentro, te me has ofrecido con el pánico del temor y las dudas inestables de la ansiedad. El tuyo tuvo que ser un matrimonio forzado por la ilusión de la etapa universitaria, entre compañeros inmaduros carentes del equilibrio necesario para la cauta sensatez. ¿Fue la inoportunidad del embarazo o ese deseo o convicción de que él sí podría cambiar? No pocas veces lo ha prometido para, una y otra vez, volverte, volverse a defraudar. Infidelidad, malos tratos, violencias de todos los matices. Después, perdón. Y, otra vez a empezar. Compulsivo, inseguro, débil y frustrado, con una violencia subliminal, muestra de su incapacidad. Tu hija Mónica ya no puede aguantar más. Te pide, te suplica, que no le vuelvas a entregar de nuevo la llave de otra oportunidad para la nada. Aquella escena que te hizo en el banco donde trabajas, muestra el patetismo de su inestabilidad profunda. Pero sé que tienes miedo a ese vacío e incógnita de verte sola en la selva urbana de la vida, cuado anochece en la ciudad. Una vez más volviste a ceder y juntos en ese coche gritaste ¡basta ya! ¡no te quiero! ¡veta ya! Durísimo el accidente. Sin desearlo, dejaste a Mónica en la más cruel orfandad. Podías haber reparado mejor en ese compañero de trabajo que, atento y cariñoso, te ofrecía amistad y apoyo en la inseguridad. Pero claro, tu me dices que desde ahí delante todo se ve mucho más fácil y objetivo. Hay que vivir la historia desde dentro, para así conocer y navegar entre las dudas de una relación que, desde hacía tiempo, no hacía otra cosa que naufragar. Lo que son las cosas, ese mismo accidente que te arrebata la vida, no lo hace en Inés y en su hijo. Se recuperan en el mismo hospital donde tu marido aún vive. Mientras, viajas con un destino que desconozco y del que nadie sabe decir más. Es terrible el desconsuelo de esa hija que necesita el amor y compañía de una madre. Te aseguro que yo también me emocioné ante sus lágrimas. Es muy duro estar junto a lo que más quieres, en un cuerpo ya sin alma. La esperanza para Mónica será Raúl, pero eso, ya pronto, lo podré aclarar.

Y todo ello ocurre en un mismo y decisivo día para vosotras. Pero quedaba por hablar de Mónica, una joven adolescente inmersa en esos muchos matrimonios que naufragan en la vulgaridad. Te observo plena de fuerza y vitalismo en esa preciada juventud de los diecinueve. Ojos transparentes en la inocencia idealista, has sufrido los maltratos a tu madre provocados por un padre limitado e incapaz de ofrecerte seguridad. Y me has permitido que vea la terrible opción que has de adoptar ante su cuerpo cableado, porque en él centras y culpas toda la infelicidad. Tu mano temblorosa tenía entre los dedos esa tecla que en tu rencor pensabas desconectar. Pero eres noble y buena, como tu madre ha modelado con esfuerzo y sacrificio. Por eso adoptas una decisión inteligente. Tu conciencia te pide estar por encima de la ocre mezquindad que genera venganza. Vulgaridad y pobreza, sin más. Contemplo en confianza ese viaje que emprendes junto a Raúl, el hijo de Antonia, al que solo conocías por el chateo del hotmail.com. Cada uno de vosotros, huérfanos a su manera, compartís soledades e incomprensiones deparadas por la vida absurda de los mayores. Pero vais a disponer de todo el tiempo que el destino os quiera regalar. Para conoceros, apoyaros y compensar todo ese sufrimiento que en un mismo día ha confluido en esa entrañable ciudad extremeña. Os cruzáis en el andén con gente sencilla y humana en sus anhelos y latidos, tras el amanecer de una nueva esperanza que acaba de llegar.

Cuatro mujeres. Cuatro preciadas vidas, enlazadas por ese azar que nadie explica porque…. es muy difícil explicar. Yo he sido espectador de sus ilusiones, anhelos y desventuras. Historias sencillas, humanas, de aquí mismo. Te hacen pensar, vivir y comprender mejor a todos aquellos que dicen poblar la humanidad. De alguna forma todos hacemos PLANES PARA MAÑANA. La madrileña Juana Macías (1971) ha vinculado cuatro historias, con la grandeza de la sencillez y la fuerza de la credibilidad. 90 minutos de metraje. Tres biznagas de plata (mejor dirección, guión novel y actriz secundaria) en el XIII Festival de Cine Español, 2010, celebrado en Málaga. Fijaros en el movimiento de cámara y en esa canción cuya música nos acompaña en distintas fases de la proyección.

Goya Toledo (Arrecife de Lanzarote, 1969); Carmen Elías (Barcelona, 1951); Ana Labordeta (Teruel, 1965) y Aura Garrido (1989) dan vida a cuatro vidas que unen sus circunstancias en un mismo día. Una eficaz oportunidad para distraer el letargo y enriquecer nuestra sensibilidad.-


José L. Casado Toro (3 diciembre 2010)
Profesor.
http://www.jlcasadot.blogspot.com/




23 diciembre 2010

CONFERENCIA - "LA EXTRACCION DE PETROLEO"

Mayte Tudea
18-Diciembre-2010

ACTIVIDADES CULTURALES DE “AMADUMA”

El pasado jueves, día 16, y en el Salón de Actos del edificio Múltiple de Bellas Artes/Arquitectura(antes Magisterio) del Campus de “El Ejido”, e impartida por Don Juan Mateo Martínez, fue desarrollada la conferencia “La extracción de petróleo”, con el subtítulo “Petróleo, oro líquido, ¿hasta cuándo?” .
Sirviéndose de un elaborado y amplio material, el ponente fue recorriendo el largo proceso que supone obtener de la tierra o del mar este importantísimo recurso de tanta trascendencia en nuestro medio y modo de vida, dejando patente el profundo conocimiento que posee sobre la materia, a la se ha dedicado profesional e intensamente durante su vida laboral.
A pesar de la hora, del lugar, e incluso del tiempo atmosférico, fuimos bastantes personas las que le acompañamos y aprendimos de su disertación. Gracias Juan.
Pueden verse fotos de este Acto en el siguiente enlace : "La extracción de petróleo"


22 diciembre 2010

PRESENTACION LIBRO “ LA PRUEBA Y OTROS RELATOS”

El pasado día 2 de Diciembre, nuestro compañero de curso José Antonio García Villalta del Aula de mayores de la Universidad de Málaga, presentó en el Salón de Actos del UPAM (Museo del Patrimonio de Málaga), su nuevo libro “La Prueba y otros Relatos”, de la Editorial Atlantis cuyo representante abrió el Acto de presentación, pasando la palabra a continuación a la Srta. P. Ortega Zar que ha prologado el libro en cuestión y que nos hizo un recorrido por la obra de José Antonio, seguidamente intervino él mismo explicándonos lo que ha perseguido en este nuevo reto, el Salón tuvo un lleno completo.
José Antonio intrerviene en programas de radio y televisión en los que comenta la actualidad lliteraria, teniendo en su haber otras dos novelas “Los Camperos” y “El infortunio”, ambientadas ambas en la historia y personajes claves de España en los Siglos XIX y XX, su primera novela “Los Camperos” está basada en un episodio de la guerra Civil tiene un gran éxito y se agota tras tres ediciones. En esta ocasión da un vuelco y se adentra en la narrativa de ficción abordando el papel de la mujer en la familia, como el mismo nos dice: “ La Prueba es un recopilatorio de deliciosos cuentos para mayores, todos distintos, pero con nexo comun, en los que la mujer adquiere relevancia ya sea como protagonista o como narradora con un gran peso en la trama. Con un lenguaje muy sencillo y claro". En fin un buen regalo para estas Navidades. Pedidos al correo (15 €) nonoinvestigador13@hotmail.com

Algunas fotos de este momento en el enlace siguiente : "La Prueba y Otros Relatos"

Joaquín G.

21 diciembre 2010

¡VIVA EL JAMÓN, Y EL VINO, Y LA PANCETA….”

Ya había leído la noticia: “Una familia musulmana denuncia a un docente por hablar de jamones”.
En ese Instituto estuve, hace años, de tribunal de oposiciones, por lo que me ha indignado más, todavía más, porque conocí a muchos profesores, extraordinarios, de dicho centro.
Que un niño de 12 años, en primer curso de primaria, se sienta ofendido en su religión, por una explicación científica, verdadera y cierta, de que el frío tiene mucho que ver con la curación de los jamones, y que unos padres (que tienen que ser, como mínimo, talibanes) pongan una denuncia en Comisaría, y que ésta, en vez de enviar a la Policía Judicial a casa de los padres y calificarlos de…. (vamos a decir, simplemente, “memos”, “catetos”), vayan a tomar declaración al profesor…. Ni Gila, oiga, ni Gila.
¡Lástima de Berlanga¡. ¡Qué pronto se nos ha muerto¡

Uno de los comentarios (iban 116, cuando Joaquín me ha mandado el e-mail), de los primeros, fue el mío, con nombre ficticio.

¿Nadie de los predicadores contra el maltrato animal les ha dicho nada de la “fiesta del cordero”, de cómo lo matan….?

¿Ninguna feminista dice nada de la desvalorización de la mujer en la cultura y religión musulmana?

¿Nadie les dice que en España el Estado (que gobierna a los ciudadanos, que somos todos) está separado de la Iglesia (que manda sólo sobre sus fieles creyentes) y que están separados?.

¿Alguien los ha obligado a comer jamón?.

¿Tendremos que quitar de los libros de texto las cifras de la ganadería porcina?.

¿Tendremos que poner carnicerías, de cerdo, clandestinas, para que no se sientan ofendidos?.
¿Son, al menos un poquito, conscientes del insulto a la inteligencia y de la ofensa a los que nos gusta el jamón, sólo o en bocadillo?.

¿También el vino de Jerez, de Ribera del Duero, de Rioja,…. tendrán que dejar de ser exhibidos en escaparates?.

¿Tendremos que cerrar los bares para que no se sientan ofendidos?

VIVA EL JAMÓN, EL CHORIZO, EL SALCHICHON Y EL LOMO IBÉRICO.
VIVA LA MORCILLA DE RONDA.
VIVAN LOS PLATOS DE LOS MONTES
VIVAN LAS MANITAS DE CERDO, LAS TAPITAS DE OREJA, Y LA JETA Y LA PANCETA A LA BARBACOA.
VIVAN LAS ALBÓNDIGAS Y LAS SALCHICHAS AL VINO.
VIVAN LOS RIÑONES AL JEREZ.
VIVA EL VINO.
VIVAN TODOS LOS VINOS.

¿Qué herencia cultural musulmana tenemos los andaluces que nos gusta el vino, el jamón, las mujeres bonitas (que las mujeres pongan lo contrario), las romerías, que somos la “Tierra de María Santísima”, que somos los reyes de las Semanas Santas,…?

¿Tendremos que prohibir la Semana Santa para que no se sientan ofendidos?.

Pues que VIVA, TAMBIÉN, LA SEMANA SANTA (palabra de agnóstico).

P.D.:Y se me han olvidado LOS MALAGUEÑOS GARBANZOS CON CALLOS, LA FABADA ASTURIANA, EL CODIDO MADRILEÑO,... Y tántos y tántos más


Tomás Morales Cañedo
(Filosofo)


El articulo a que se hace referencia en las primeras lineas titulado "Una familia musulmana denuncia a un docente por hablar de jamones", puede leerse al completo en el siguiente enlace : DiariodeSevilla.es



18 diciembre 2010

REFLEXIONES DE INVERNO (2)


Francisco Oses
Diciembre de 2.010


Hay quién dice que cuando un país funciona es porque los ciudadanos viven de espalda a muchos políticos. Hay mucha vida fuera de la política y a ésta no hay que meterla tanto en la vida.

Malo es también cuando la política se quiere meter con la religión. Tan malo como lo contrario. Hay países que igual que tienen unidos los poderes del Estado, también en el mismo paquete incluyen gobierno y religión.

Pero no es mi intención hablar de los poderes del Estado ni de ningún país en particular. Quiero hablar de lo que el mundo occidental actualmente llama o entiende por laicismo, la mera sustitución del cristianismo por una religiosidad amorfa, silente, difusa, como diría un filósofo español “que viste de paisano” y que quiere olvidar la herencia, que todo lo que tenemos viene de alguien y por algo. Que no se puede tirar gratis lo que ha costado tanto. No es que haya una renuncia, es una actitud cómoda, sin complicaciones, esfuerzos y menos sacrificios. Nada de Sagradas Escrituras, normas, leyes, cada uno se prepara una a su medida (Lex amica nom est lex) Evitan nombrar a Dios. Rechazan o ignoran su existencia aunque no lo defiendan por si lo invisible existe.

Eso sí, la otra parte en la que me incluyo pertenecemos al mundo de los divididos, buenos y malos, rojos o fachas o trasnochados

Importa poner nombres nuevos a todo lo viejo. Cada vez salen más teólogos y misioneros de mostrador, resultado de la sustantivación de los adjetivos. Lo que siempre ha sido lo normal, lo de toda la vida, hoy son sacristanes y beatos

Si yo fuera musulmán, me sería muy complicado cumplir con sus preceptos. Las oraciones al día, lavatorios, ramadán, etc. El cristianismo es mucho más llevadero, mucho más cómodo, aunque a veces cueste a cada uno llevar su cruz.

Yo he tenido ocasión de entrar muchas veces en sinagogas y mezquitas. Siempre lo he hecho con el mayor de los respetos. He admirado la fe religiosa de estos seguidores que creyendo o engañados buscan un mundo mejor y mañana el encuentro con su Dios.

Creo y respeto a los ateos entre los que he encontrado personas de una valía extraordinaria, a los que he llamado amigos y a los que confiaría algo mío de suma importancia.

Entre los hombres de la mar, ambientes en los que más he vivido, he tratado con gente que sin parar de blasfemar se dejaban la piel porque los suyos lo necesitaban. Cuánto de éstos como entre los labradores, hoy serán santos.

Hay quién siendo magníficas personas, padres, ciudadanos, profesionales, van dejando atrás costumbres, creencias y obligaciones por comodidad. Escogen de lo de sus mayores recibieron lo que le gusta, lo bonito , lo agradable, lo que le hace feliz, caiga quién caiga. Pero a pesar de su pasotismo, yo no me lo creo, quiero decir que no me creo sean como aparentan. Un día llegará que aflorará lo almacenado.

No quiero poner ejemplos de personas que no eran sospechosas y que dejaron su última palabra para el final. Lo que si quiero dejar claro, que familias que hace muy poco tiempo, eran faros de religiosidad y ejemplo de catequesis, han dado un bandazo y se han puesto al margen de lo que ayer con tanto entusiasmo pregonaban.

Hay otras posturas personales o filosóficas basadas en observaciones o experiencias que sin ser antirreligiosas dudan de la existencia de Dios o Seres Superiores. Necesitan una demostración de la existencia Divina.

Otras corrientes más débiles dudan de esa existencia por desconocimiento o falta de certeza frente a las que consideran que la religión no forma parte de la condición humana, sino de culturas.

Sir Thomas Huxley abrió el camino de una nueva y moderna opción. Nueva entre las antiguas, que convencidos o no siguen su ultreya rumbo o al pairo de las religiones.

Yo , incapaz de separar la ciencia de la fe y desde el sitio que estoy, el que me encontré y he tratado de transmitir a los míos, estoy conforme y satisfecho. Es verdad que por la fe me he perdido muchas cosas, pero a cambio he ganado tantas…




COMPENSACIONES Y VIVENCIAS, TRASA UN PAUSADO O ÁGIL CAMINAR

En ese navegar de los sentimientos alternantes, que preside nuestras respuestas a los ciclos del tiempo, aparecen días teñidos por un intenso nublado. No meteorológico, precisamente, sino anímico, existencial. ¿Es que se ha vuelto todo en nuestra contra, pensamos? Desde el incómodo madrugón mañanero, hasta algunos desagradables avatares laborales. Sumemos a ello las actitudes hostiles del entorno, con esas personas que, en su variopinta actividad, intercambian la gratitud de la amabilidad por la incomodidad de la brusquedad. Esa gestión que no se resuelve; aquel arreglo que no se ejecuta; tus o sus palabras desafortunadas y aquellas miradas incoloras, decepcionantes, para tu persona. Te ves ante el plato de alimento, con el mismo sabor de ayer o de pasado mañana que poco, o nada, te dice; una tarde interminable donde reina la nobleza del aburrimiento y una llegada de la noche que, para colmo, no se dibuja del intenso anaranjado fuego sino por una densa neblina grisácea que difumina la creencia para la visión ilusionada. En pleno reino de las estrellas, el cielo se torna egoísta y no comparte sus luces plateadas con los que, desde aquí abajo, suspiran con sueños transparente, imposibles o reales. Debo matizar que, en no pocas ocasiones, solía comentarles a esos alumnos, con los que yo también aprendía en las aulas, algo así como “cuando llegue la noche, repasad las ilusiones, logros y aventuras que os ha deparado la jornada. Errores y aciertos. Luces y sombras. Sobre todo que, en ese día que fenece hayan nacido realidades por las que merezca el esforzado valor del caminar. Que no haya sido un día perdido, sino ganado, para vuestra persona. ¿Fue bueno el día de ayer? ¿Tuvo algún sentido para grabar en la memoria?” Como respuesta, esos ojos y gestos expresivos tras los que lees la rutina opaca que recuerda un ayer carente de profundidad y, tal vez, otro muy parecido de lo que van a protagonizar para mañana. Todo esto lo resumo en una frase más que significativa: lo mejor de este día es que haya pasado ya, presto para el olvido. Algo bueno debía de tener, entre esa selva de monótona somnolencia.

Por el contrario, hay otras fechas del calendario que merecen quedar grabadas con letras azules y verdes en el revelador diario de nuestros recuerdos. Las cosas parecen salir, de manera encadenada, con el precinto alegre de lo positivo. Hay más sonrisas, fluye el optimismo, observamos con el mejor semblante la suerte de las gratas oportunidades y somos generosos en compartir nuestro gozo con aquellos que pueblan el perímetro inmediato de nuestras vivencias. La atmósfera se torna luminosa en su transparencia, mientras los colores fuerzan la intensidad de un espectro esperanzador. Necesitamos creer, tener fe, en la bondad que nos rodea y el optimismo toma carta de naturaleza en el devenir del minutero que nos estimula. En la parcela laboral, la normalidad es un valor con el visado de la serenidad. Reparamos en gestos y detalles que nos hacen creer y agradecer la nobleza afectiva de los demás. Incluso nuestros alumnos, para los que trabajamos en el taller de la enseñanza, tienen ese día un comportamiento receptivo y colaborador. El intercambio que con ellos negociamos se vuelve enriquecedor para los objetivos que ellos y nosotros, sus profes, pretendemos. En casa, la amistad para la convivencia se reviste del afecto y la confianza imprescindible. No necesitamos elevar nuestra voz, pues los bajos decibelios contienen de sobra el ímpetu de lo verdaderamente solidario. Percibimos que el yo es insuficiente y egoísta. Es más agradable sentir, apreciar y considerar la presencia del tú y los demás. Nos preocupa, con un temor edulcorado, que ese día ponga punto final a su transcurso, pues esa cita en el almanaque, con tantos incentivos acumulados, nunca la podemos y debemos olvidar. Es el patrimonio inconcreto de la suerte. La bondad de haber sabido convivir, sentir el aroma de la naturaleza y el bullir estructurado y dinámico de la gran ciudad.

Sin embargo, hemos de reconocer que estas dos imágenes, opuestas en el día a día, no suelen aparecernos como compartimentos estancos y separados. Todo lo contrario. Lo más frecuente es que se nos den heterogéneamente mezcladas, pues así están escritas las páginas de la vida. Desde que nos levantamos, tras el descanso nocturno para la reestructuración fisiológica y anímica de nuestro cuerpo y espíritu, hemos de aceptar los cromatismos fríos y ocres que comparten su quehacer con otros que resultan cálidos y dinamizadores. En nuestro diario caminar, hay resultados para el bien y “cosas” que se han estropeado en su malestar. Es una contabilidad agridulce y variada porque así es la naturaleza de una existencia en el espacio contrastado de la humanidad. Por eso quería pensar y comunicar hoy esa fórmula en la que en no pocas veces nos apoyamos con necesitada humildad. Una equilibrada ley de las compensaciones, para hacer más digerible y confiado nuestra percepción de la realidad. Tal vez esta ley no aparezca en los archivos de la jurisprudencia. No la encontraremos en los manuales de física que reposan en los paneles de nuestras estanterías. Esa ley justiciera permanece, vibrante e insoslayable, en los huecos insondables de la conciencia. Comentemos, con la mayor simpleza, la fuerza incuestionable de su grandiosa realidad.

De forma inesperada, recibes hoy un correo que, en su breve contenido, se adorna de palabras y sentimientos amables. Para ti, ese agradable gesto supone un refuerzo terapéutico en ese ánimo, algo o mucho, degradado por la tosquedad del entorno. Sabes valorarlo en su importancia y logra arrancarte una dulce alegría. ¡Menos mal! Gracias, por tu llegada. Otro ejemplo, de los cientos a miles que se pueden aportar. Acudes un uno de los comercios que pueblan la populosa barriada de la urbana densidad. Eres atendido por una persona agradable que se esfuerza porque te encuentres bien en su trato más que familiar. Cuando te despides, con tu mercancía en mano que acabas de comprar, le miras a los ojos y con una sonrisa de agradecimiento le compensas con esas palabras de tonalidad suave que saben comunicar “es Vd muy amable. Me ha atendido muy bien” Y recuerdas a ese otro dependiente nervioso cuyo incómodo trato te esfuerzas en olvidar. Has sufrido la decepción de una amistad fallida, para la que tanta ilusión habías dedicado con tu mejor voluntad. En medio de un profundo dolor que afecta a tu privacidad, tienes la oportunidad de dar un largo paseo por ese camino que se hermana junto al mar. Te acompaña un rítmico oleaje, de olas blanquecinas y acústica embravecida que saben acariciarte los pies al caminar. La tarde se va haciendo noche, y el cielo eternidad, dibujando un espectro cromático de belleza no fácil de concretar. Y piensas, y meditas, ¡cómo compensa el alimento de esa naturaleza, ante la ingratitud de esa persona a quien entregaste confianza, afecto, lealtad y necesidad! No has tenido suerte en el examen. Unas preguntas rebuscadas que era impropio suponer que se iban a plantear. Temes que los resultados de tu escrito, por más folios rellenados, no convenza a quien tiene la potestad y responsabilidad de calificar. Efectivamente, fluyen los resultados que resultan aciagos para tus expectativas de aprobar para avanzar. Vuelves a casa desilusionada, caminando por el adoquinado de esas calles adustas, privadas de asfaltar. Y en un modesto escaparate reparas en un libro que te reclama para comunicar. Habla de una historia de relaciones, en las que el amor, esa necesariamente, no ha de faltar. Un autor consagrado y un título que apetece para combatir la ocre soledad. En realidad, está escrito a modo de memorias de una vida en la que el cine y el escenario han llenado la vida de un personaje conocido y envidiado en otros momentos, para el arte y la felicidad. Aceleras el paso por esas aceras pobladas y solitarias de siluetas y rostros que se cruzan al pasar. Comienzas a descubrir su contenido en la comodidad de tu cuarto y la noche se hace mágica olvidando ese mal resultado en la calificación que has de aceptar.

Y así otras muchas experiencias que contrastan luz y oscuridad, ilusión y desaliento, fuerza y debilidad. Hay personas, reconozco, que no asumen el valor de estos vaivenes que la vida te va deparando, de la forma más natural y lógica posible. Pero al menos te queda la convicción de que esos momentos desafortunados van a tener su compensación con otras experiencias más agradables que sustentarán esa esperanza tan necesaria en que situaciones y respuestas mejoren para tu suerte, esperanza y serenidad. En todo caso, esos cambios a lo positivo deben estar también determinados por nuestra propia acción personal. Si nos sentimos solos, en el ámbito de lo material o espiritual, no debemos cruzarnos de brazos y esperar que un maná salvador descienda del más arriba hacia el suelo físico que pisamos. Habrá que poner de nuestra parte esa cuota necesaria de interacción que favorezca o posibilite esa modificación en el aislamiento que degrada el ánimo y potencia la pasividad. Me acuerdo, en este momento, en esa frase impresa en la tradición popular que, con sabiduría, manifiesta el “no hay mal que cien años dure”. Salvando las distancias en el dicho tradicional (evidente, en su contenido, hay una plataforma de pura lógica) lo adecuo al sentido que este artículo trata de plantear. Por una elemental ley estadística, el ser humano, en las sociedades avanzadas, no se halla permanentemente vinculado a un azar en el que reine permanente el mal de la desgracia. Esos vaivenes y alternancias en los eventos nos permiten vivir y avanzar con la ilusión de mejorar en nuestro viaje, misterioso en su destino, de lo existencial.

Un paseo entre jardines; ese sensual atardecer junto a la marisma de la playa; descubrir y compartir la vida encerrada en unas páginas luminosas y mágicas; un regalo inesperado, que te hace feliz por su significación afectiva; aquella llamada oportuna, para el recordar; una agradable conversación con una merienda por disfrutar; la película que te reclama, para imaginar y soñar; la ansiada amistad que has recuperado, cuando nadie (ni tu mismo) lo hacía presagiar; ese arreglo hogareño que hacía tiempo necesitaba su realidad; una oración con tu conciencia, para vincularte con una anhelada paz; tener fe en las personas, para creer un poco más en tu propia realidad; disfrutar y valorar los minutos y segundos, ahora que se te ofrecen dadivosos para su mejor utilidad. Y…. unas niñas que juegan sin descanso, junto a unos mayores que saben disfrutar el sosiego, cruzando sus miradas, compartiendo el cariño que atesoran en su recuerdo y en la placidez de una trayectoria admirable para ejemplo de todos los demás. Una flor, una sonrisa, una mirada y unas palabras en voz baja. Ahí puedes hallar el grato valor de la amistad.-



José L. Casado Toro (viernes 26 noviembre 2010)
Profesor
http://www.jlcasadot.blogspot.com/


MATRIA, PATRIA Y FRATRÍA


Tomás Morales Cañedo
Octubre del 2009



Sócrates se sentía orgulloso de ser hijo de un escultor (Sofronisco) y de una partera o comadrona (Fenaretes).
Solía decir que él había heredado, seguido, continuado con el oficio de sus padres, con una pequeña (o grande diferencia).
Mientras su padre esculpía en piedra el cuerpo, en sus estatuas, de varones, él (Sócrates) esculpía el alma de los jóvenes, unos adolescentes con la mente aún moldeable, con la mollera todavía no muy dura, y que estaban en situación de ser así o de otra manera.
Moldear, darle forma al alma, hacer que fueran justos, honrados, inteligentes, solidarios,… ya que, sólo así, si querían ser gobernantes de la ciudad, pudieran conducir a ésta a la prosperidad, haciendo de ella una sociedad justa.

Igualmente decía haber seguido el oficio de su madre, partera o comadrona, pero, igualmente, con una pequeña (o grande diferencia). Mientras su madre asistía sólo a mujeres, parturientas, él, Sócrates, asistía a varones; y en vez de ayudarle a que saliera el niño del vientre materno, como hacía su madre, él ayudaba a que saliera la verdad de la mente de los varones.
Su madre no metía al niño en el vientre de la madre, ya estaba allí, sólo ayuda a que salga.
Igualmente yo, Sócrates, no enseño la verdad a los jóvenes, no se la meto en sus mentes (“yo no soy un sofista”). La verdad ya está allí, “la verdad es innata”, pero está cubierta, tapada, enterrada, y yo, Sócrates sólo les ayudo a que la descubran, la destapen, la desentierren.
Si la vía de salida del niño es el canal uterino, la vía de que se muestre la verdad, es el método socrático, llamado, precisamente, “mayéutica” (el arte de dar a luz, de alumbrar).

Si su madre es “partera”, porque es la que “parte”, la que “corta” el cordón umbilical con el que estaba el niño unido a ella o “comadrona”, la que coopera para que la parturienta para bien y sea madre. La comadrona es como una madre en segundo plano porque, aunque ella no pare, sin ella, quizá, la parturienta no pariera y no podría ser madre.
Igualmente yo, Sócrates, ayudo a que los jóvenes “paran”, alumbren, la verdad.

Si la comadrona es “el paso obligado” para que el niño salga, felizmente, “de”… e ingrese “en”… Igualmente el “filósofo” es el ayudante que pone al joven en el camino de su autonomía.
Todos nosotros deberíamos saber quién fue la partera de nuestra madre, porque ella es nuestra “matrona”.
¿Por qué todos sabemos quién fue nuestra “madrina” (versión cristiana) y no sabemos quién fue nuestra “matrona” (versión laica, biológica, vital?
¿No es más importante “vivir” que “asegurarse de que vas a vivir cristianamente”?.

Si mi madre -dice Sócrates- ayuda a que la criatura salga del “claustro materno”, le corte el lazo de unión, se independice, biológicamente, de la madre e ingrese en el “claustro social”, yo, Sócrates, ayudo a que los jóvenes salgan de la tutela paterna, se independicen de la autoridad, dejen de considerar verdad lo que los superiores han dicho que es verdad y que ellos comiencen, siendo libres, quedando liberados de la tutela de la autoridad, comiencen a pensar por sí mismos, porque la verdad está dentro de ellos, pero a las autoridades les interesa la sumisión, la obediencia, la dependencia.
Sócrates es un Kant, 2.200 años antes que Kant, que también les está gritando a los jóvenes “Sapere Aude”, “atrévete a pensar por ti mismo”, “libérate de los tutores, tanto religiosos como intelectuales”, muestra, saca, esa verdad que llevas dentro.

LA MATRIA, PATRIA Y FRATRÍA

¡Qué nueve meses en la matriz, en la MATRIA. Es más y mucho mejor que el Edén. La madre le proporciona a su niño más que Dios a nuestros primeros padres. Si, en el Paraíso, Adán y Eva lo tenían todo y no tenían más que cogerlo, en la matria no tiene ni que cogerlo, la madre se lo da incluso antes de que surja la necesidad. Se lo da todo y por anticipado.
Ni hambre, ni sed, ni cansancio, ni frío, ni calor, ni esfuerzo. Nadando en ese líquido amniótico que lo envuelve, en posición fetal, la posición a la que. ya de mayores, solemos acudir cuando nos acurrucamos en la cama y sentimos frío, como si inconsciente y freudianamente, añorásemos la matria.

¿Quién no ha visto la imagen del feto, nadando y con el dedo metido en la boca, “chupándose el dedo”?. Ese gesto debe ser la prueba del algodón de la felicidad. Es lo que solemos echar en cara a quien nada hace y vive sin preocupación, “Tú no puedes seguir así, mano sobre mano, chupándote el dedo”.
Eso es lo que todos hicimos en la matria y eso es lo que no te dejan hacer en la patria.

Y tras la Matria interna, esa otra primera Matria externa, la niñez.

¿Tendremos que darle la razón a Rilke cuando dice que “la verdadera patria del ser humano es la infancia”?

La matria es el canon del desprendimiento, es la muestra absoluta de la donación total, sin correspondencia, no la necesita, ella no pide nada a cambio.
Durante los nueve meses que van desde el depósito de la simiente hasta el nacimiento, pasando por todo el desarrollo tanto embrionario como fetal, la madre es donación absoluta sin dejar de ser ella. Cuando, sin verlo, lo siente y cuando, ya fuera, lo ve tan indefenso, tan expuesto.

La PATRIA, en cambio, sería el útero social. Nada más nacer la partera (actualmente bien la matrona o el ginecólogo) te recogen de la salida y te depositan en la Sociedad.

No es igual “nación” que “patria”.

La “nación” es el lugar o el país en que se ha nacido. Todos los vivientes, quieran o no quieran, tienen una nación, porque todos tienen que haber nacido en algún lugar.
Otra cosa es que te sientas ligado a esa “nación” por vínculos fundamentalmente afectivos.
En la “nación” se nace, a la “patria” se la ama. No coinciden necesariamente. A uno lo pueden haber nacido en el lugar no deseado. Un viaje al extranjero y la parturienta se pone de parto, y pare.

Nadie puede renunciar a su nación, a su nacimiento, pero sí puede uno imaginarse a alguien que no ame ese lugar, o que no sienta afecto por ninguno, por ejemplo, el apátrida.
La patria también puede ser de adopción.
Yo suelo decir que soy “castellano de nacimiento, andaluz de adopción y malagueño de vocación”.

El contenido que yo le doy al término FRATRÍA, no es el que le da el diccionario.
Dice el D. de la R.A.E. que “fratría” es:
1.- Entre los antiguos griegos, subdivisión de una tribu que tenía sacrificios y ritos propios.
2.- (bio), Conjunto de hijos de una pareja.
(“Frater-is”, en latín, es “hermano”, por lo que la fratría sería el conjunto de los fratres, de los hermanos, la “hermandad”).
3.- Sociedad íntima, hermandad, cofradía.

Entiendo por “FRATRÍA” a la especie humana, a la humanidad entera, sin discriminación de tipo alguno, ya que todos somos/debemos ser hermanos desde el momento en que “todos los hombres somos esencialmente iguales (no desiguales) aunque seamos distintos (no idénticos)”.

Si los Derechos Humanos son universales es porque todos pertenecemos a la especie humana, aquello en lo que todos coincidimos.
(Me opongo, pues, a los derechos fundamentados en la distinción, derechos humanos por ser distintos (por ser homosexuales, por ser negros, por ser cristianos, por ser mujer, por ser vasco…).

Con “FRATRÍA” quiere decir lo mismo que algunos filósofos griegos cuando afirmaban “ser ciudadanos del mundo”, no ciudadanos de una ciudad concreta, sino que la única ciudad fuera la tierra.

Si la Matria es el origen y ella nos da la vida, la Patria (entendida como Sociedad) es la que cuida de nuestro desarrollo, de nuestro crecimiento adecuado, mientras que la Fratría sería la Meta a la que llegar.

“La MATRIA nos nace, la PATRIA nos hace, la FRATRIA nos ennoblece, nos perfecciona, nos eleva a una categoría superior de hombre.

Si apenas éramos un apéndice de la Matria, dependientes de ella por una cadena umbilical, nos hicimos independientes en la Patria para, finalmente, estar pendientes de todos los hombres.

Algo que suelo repetir “nos nacen hombres, nos hacen humanos, nos hacemos personas”

Desde (1) el “no puedo”, desde la dependencia total, desde el ámbito de la necesidad, desde el no ver, al (2) ámbito de la libertad, de la independencia, del “sí puedo”, del ver el presente, del atender al aquí y al ahora, para desembocar en (3) “debo”, el ámbito de la moral, del compromiso, del mirar al futuro y ver realizada la utopía de la unificación de la especie humano.

Desde el “yo” al “nosotros” y, desde aquí, al “todos”.

La cuarta pregunta kantiana:“qué me está permitido esperar” ha sido interpretada, por muchos filósofos, en clave religiosa, como perteneciente al ámbito de la religión y que tiene que ver con “el más allá” de esta vida.
Creo que esta pregunta podría entenderse adecuadamente si introdujésemos el término-concepto “racional” y la cuarta pregunta quedaría así: “qué me está permitido, racionalmente, esperar” y ya no quedaría encadenada a la religión sino a la historia, al futuro, al más allá del ahora, pero aquí.
Esto conllevaría el tener que justificar las acciones, si me dirigen o me desvían de la meta a la que llegar.
Estamos hablando ya no sólo de acciones individuales (mías) sino también, y sobre todo, de acciones sociales (nuestras), para poder ser calificadas de morales o inmorales.

Desde el “agradecimiento” a la Matria y la “cooperación” con la Patria a la “solidaridad” de la Fratría.

Necesitamos, ya, ser personas que vean más allá del momento y piensen más allá de la época en que estamos instalados.
Necesitamos borrar las separaciones que hasta ahora nos han caracterizado. Barreras geográficas, políticas, ideológicas, raciales, nacionalistas, sexuales,…y reunificar a la especie humana, como una, respirando el mismo aire, el de la solidaridad, el de la Fraternidad.

Si ha existido y existe el “amor fraterno”, el amor entre hermanos, procedentes de una misma pareja, ¿por qué no el “amor fraternal” entre todos los que formamos la misma especie, la “especie humana”?.

Dice Ortega que “amar una cosa es estar empeñado en que exista”.

¿Por qué no amar esa “u-topía” para que deje de ser “u-topía” y se convierta en “tópica”, en una realidad existente?

Quizá haya llegado la hora de realizar esa gran Utopía: que GAIA sea la gran MATRIA, desde la PATRIA de las naciones, reinando la FRATRÍA.

El nuevo paraíso terrenal pero, esta vez, no donado, no dado gratuitamente, sino paso a paso, codo con codo, entre todos conquistado.


16 diciembre 2010

CUANDO LA INTUICIÓN SE CONFIRMA

14 de Diciembre 2010
Mayte Tudea.

El pasado mes de octubre escribí y apareció en el blog de Amaduma, un artículo de felicitación a mi admirado Vargas Llosa con motivo de la concesión por la Academia sueca del premio Nobel de Literatura.

Allí explicaba las razones de mi reconocimiento hacia él, la importancia que su obra había tenido en mi formación, y la huella que ésta había dejado impresa en mi vida, y, también, cómo había trasladado a mis hijos estos sentimientos y de qué manera alguna de las frases de sus novelas habían pasado a formar parte de nuestro lenguaje familiar y cotidiano.

Y establecía además, un doble concepto: Si como autor me parecía extraordinario, como persona lo encontraba francamente admirable.

Pues bien, al escuchar la emocionada lectura de su discurso ante la Academia, no pude por menos de exclamar interiormente: ¡Mi intuición no se había equivocado!

Y de su magnífica disertación, me conmovieron especialmente tres reflexiones:

Primera.- Aquella dedicada a su mujer, la “prima Patricia”, en la que la voz se le quebró durante unos minutos y a la que agradecía su entrega, sus dotes de organización y de administración, y la forma que tiene de preservar y defender su tiempo -que supongo es “oro”- ante los periodistas y otras personas. “Todo lo hace y lo hace bien”, dijo. Y la frase final que le dedicó: “Cuando cree reñirme, me regala el mejor de los elogios: Mario, tú no sirves más que para escribir”.

Si fuera cierto que “detrás de cada gran hombre hay una gran mujer”, Vargas Llosa la colocó a su lado, junto a él, reconociendo su deuda para con ella y lo hizo ante las docenas de cámaras de televisión que le enfocaban, es decir, ante el mundo entero. Todo un gesto de amor.

Segunda.- Cuando mencionó que “la lectura de un buen libro nos hace mejores”, me confirmó algo que advertí hace muchos años y a lo que desde entonces me vengo aplicando con verdadero interés, y,

Tercera.- Su crítica contra los nacionalismos, “que convierten en valor supremo la circunstancia fortuita del lugar de nacimiento”. Sin lugar a dudas es lo que he sostenido durante tanto tiempo y por lo que me he sentido afectada de un modo especial por el lugar en el que nací.

Ahora comprendo mucho mejor, si cabe, la afinidad que siento por este autor, no sólo por sus libros, sino también por su concepto de los temas importantes de la vida.

Y para dar fin a este breve comentario rescato dos de sus frases más profundas, y que son para mí la mejor definición de “lector” y de “escritor” que recuerdo:

“Quien busca en la ficción lo que no tiene, dice, sin decirlo, que la vida tal como es no nos basta para colmar nuestra sed de absoluto, y que debería ser mejor”.

“Inventamos ficciones para poder vivir de algún modo las vidas que quisiéramos tener, cuando apenas disponemos de una sola”.

¿No es esto la LITERATURA?


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